Los votantes españoles, cansados ​​y aún divididos, acuden una vez más a las urnas

El avance de la extrema derecha y cómo se forjarán las alianzas en el nuevo parlamento son las cuestiones esencia para España en estas elecciones de la UE.

La campaña electoral será recordada como una de las más polémicas de los últimos primaveras, posteriormente de que los principales bloques políticos se hayan enfrascado en una confrontación directa sobre cuestiones tanto internacionales como locales.

“Hemos estado hablando mucho de temas relacionados con la política internacional, pero no necesariamente relacionados con la Unión Europea. Por ejemplo, la crisis diplomática con Argentina o el examen de Palestina han sido algunos de los temas que han impresionado esta primera etapa”, señaló el analista político Pablo Simón.

Esta vez cuestiones tradicionalmente europeas como la migración o las protestas agrícolas se han gastado eclipsadas por asuntos internos.

“Durante la segunda porción de la campaña, especialmente a partir del miércoles, claramente las cuestiones nacionales han cobrado impulso”, dijo Simón a Euronews.

“Y esto tiene que ver con la reproche y la citación a decidir de la esposa del presidente, que ha vuelto a poner el foco en la política interna, convirtiéndola en un plebiscito sobre el gobierno en oportunidad de cuestiones vinculadas a Europa”.

La campaña se ha centrado principalmente en el avance de la extrema derecha y las futuras alianzas en el Parlamento Europeo. “Se alcahuetería básicamente del clima europeo. El clima de opinión está relacionado con el avance de la extrema derecha, y esto encaja muy acertadamente con la misma dinámica que hemos experimentado en España en los últimos primaveras. En otras palabras, ‘España no es diferente’. España ha tenido temas de discusión conveniente similares a los de otros países de nuestro entorno”, explicó Simón.

A medida que avanzaban las campañas, cuestiones como el Pacto Verde y las reformas agrícolas quedaron en gran medida subsumidas en debates más amplios sobre posibles alianzas parlamentarias.

“Políticas públicas como el Pacto Verde o la política agrícola se han gastado eclipsadas por el tema principal de las posibles alianzas, especialmente con la extrema derecha”, subrayó Simón.

Si acertadamente los partidos nacionales intentan contar su fuerza en las elecciones, la billete sigue siendo un divisor crucial. Al punto que el 40% de los españoles suele comparecer a las urnas en las elecciones europeas.

“La mayoría de las encuestas indican que los resultados que veremos en las próximas elecciones no serán muy diferentes a los del Congreso de los Diputados. Es aseverar, tendremos una delegación más inclinada a la derecha, probablemente más euroescéptica, con el Popular Partido y el Partido Socialista concentran la maduro parte del apoyo”, explicó Simón.

Pero dijo que la billete podría ser maduro que en elecciones anteriores de la UE, transmitido el impacto de las cuestiones europeas en el electorado castellano. “La tasa de billete debería aumentar, dada la polarización que estamos experimentando. Normalmente vemos tasas de billete de en torno a del 44-46%, pero nuestro objetivo debería ser acercarnos al promedio del 51% observado en otros países europeos”.

La polarización que vive la sociedad española generará muy probablemente un aumento de la billete en estas elecciones. Pero además podría desanimar a las personas que normalmente votarían, ya que España ha atravesado tres elecciones nacionales desde abril de 2019 y campañas electorales casi consecutivas.

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