Durante el Congreso de la Construcción afloraron varios datos de la coyuntura del sector, así como las alertas que se encienden para el 2025: se prevé una reducción en el presupuesto para programas de vivienda y menos subsidios; “esto afecta al Huila”, afirmó Camacol.
CATERINA MANCHOLA
@cate_manchola
Como es tradición el agrupación de los constructores en Colombia se reúne a finales de cada año para tomarle ‘el pulso’ al sector, contando con la billete activa de todos los capítulos regionales, en este caso el Huila, y además con expertos en distintos temas.
En el ámbito del evento salieron a la luz varios datos que muestran un retador panorama en 2025 para los empresarios del sector, quienes alertan que eso repercute en la mano de obra, así como en la disposición para pescar casa propia por parte de los colombianos.
En materia de cesión de vivienda nueva el presidente del agrupación de los constructores Camacol, Guillermo Herrera, aclaró que “la política de vivienda aún no logra contrarrestar el daño que ha experimentado desde el 2023”.
Según el agrupación hace un año, durante el congreso, el Gobierno hizo al menos 18 anuncios diferentes para el expansión de la política de vivienda, pero estos todavía no ‘cuajan’. Así las cosas, “no hay certidumbre, por ejemplo, con la asignación de 50.000 subsidios anuales de Mi Casa Ya”.
“Esto afecta a las regiones como el Huila”, le aseguró a LA NACIÓN Diana Margarita Navarro, administrador de Camacol Huila. “El Gobierno Doméstico ha manifestado que para el próximo año hay presupuesto para 20.500 subsidios a nivel doméstico”, agregó.
Beocio presupuesto
En esa misma hilera, el agrupación de los constructores apuntó que prevén que el presupuesto para programas de vivienda en Colombia se “reduciría en un 39%, pasando de $4,3 billones en 2024 a $2,66 billones en 2025”, pues “el Profesión de Vivienda, Ciudad y País manifestó que solo cuenta con capital disponibles para 20.500 de los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya anunciados para el próximo año”.
En ese sentido, el impacto del retazo presupuestal traerá serios artículos económicos. “Si a los desistimientos se le suma la caída en las ventas, el ritmo de inicios de obra podría ubicarse por debajo de las 55 mil VIS en 2025, un nivel cercano al que se observó entre 2010 y 2011”, señaló Herrera, quien agregó que los menores ritmos de obra se traducirían en la pérdida de 200 mil puestos de trabajo durante 2025.
El panorama conocido desde los constructores se torna más sombrío y de acuerdo con la líder agrupado del Huila, aunque a nivel doméstico se deje de un impulso por parte de los entes territoriales, en nuestro área la verdad es otra. “El apoyo de los entes territoriales en el Huila no ha sido posible”, aseguró. “El corregidor de Neiva ha manifestado que posiblemente para el próximo año apoya al sector con subsidios complementarios al de Mi Casa Ya”, agregó.
La coyuntura
De otra parte, las cifras coyunturales que prenden las alarmas del sector en todo el país son: que en los últimos doce meses las ventas de vivienda cayeron 7,6% frente al 2023 y 43,7% respecto al 2022. Encima, las iniciaciones además disminuyeron 23,1% en el mismo periodo.
Concretamente en Huila las cifras oficiales muestran que subió tanto la cesión de vivienda nueva como los lanzamientos; no obstante, las iniciaciones continúan en demarcación cenizo.
“Al caer el campo de acción en proceso, cae el empleo de la construcción, que acumuló cuatro meses consecutivos en demarcación cenizo. En agosto se perdieron 84 mil empleos, de los cuales 79 mil correspondieron a la construcción de edificaciones y 47 mil a obreros, oficiales y operarios”, detalló Herrera.
Agregó que para mitigar la situación del sector se han impulsado acciones como el Pacto por el Crédito que, reconoció Herrera, aporta, pero depende de varios factores, entre ellos, que las tasas se mantengan bajas (poco que está chuleado). “El pacto se puede cumplir en la medida que se mantenga la asignación de 50 mil subsidios anuales como se planteaba en el Plan Doméstico de Ampliación (PND). Pero precisamente el agrupación estima que esa meta no se cumplirá.
Finalmente, el agrupación proyecta un cerradura de año que sería similar al 2023, con lo cual los ritmos de ventas y construcción se mantendrían cerca de un 40% por debajo de lo registrado en 2022.
“Esperamos que al finalizar el Congreso el Gobierno haga una propuesta del plan de reactivación y los entes territoriales como el área del Huila además nos pueda apoyar con subsidios complementarios como lo han realizado otros departamentos como el Atlántico, Antioquía y Valle”, concluyó el líder agrupado del Huila, Diana Margarita Navarro, administrador de Camacol.
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