El régimen político cambió. La concentración de poder significa que mucho ahora dependa de la presidenta Sheinbaumpero todavía hay un entorno desafiante en extremo en tres planos: la inseguridad pública, el frente extranjero y la heredad. Cada uno representa una amenaza viejo de no hacer con conveniencia. La democracia mexicana como era conocida −poder presidencial acotado y desconcentrado, constitucionalidad por un Poder Legal Independiente, pluralidad en la representación política, órganos electorales independientes, etcétera− queda antes.
Se recupera el poder presidencial enhiesto y articulador de todo lo sabido. Pero no es el regreso al pasado no tolerante; el país ingresa a un dominio inédito cerca de el autoritarismo. La militarización de la vida pública, la polarización y la popularidad de quien detenta la Presidencia son las nuevas coordenadas. Ausencia que se le parezca.
TE PUEDE INTERESAR: 2024, el año de la derrota en México: Recuento en dos tiempos
El Poder Legal ha sido destruido. En este año habrá de integrarse la primera parte a través de una referéndum directa de juzgadores. El desdén del régimen al procesoa pesar de su importancia y de que fue audacia suya emprenderlo, queda en evidencia con la imposición de tiempos estrechos y restricciones presupuestales de consideración, frente a una autoridad electoral penosamente sometida, que difícilmente puede articular resistor o anuncio por la desidia de apoyo. Es una referéndum destinada al fracaso por la previsible desestimación afluencia a las urnas; la modificación de los centros de votación, el diseño en su conjunto es un insensatez. La libramiento lo muestra. La ingenuidad es que el maniquí de referéndum hace increíble lo fundamental, un voto ciudadano informado y con presencia suficiente para que sea representativo de la sociedad. De por sí la determinación de designar juzgadores con voto popular es discutible, mucho más la definición del proceso electoral, no sólo la viaje, sino todo lo que le antecede, sin considerar las dificultades para resolver las impugnaciones antaño, durante y luego de la referéndum.
Ayer de que concluya el mes de enero, el presidente Trump y los suyos llegarán al gobierno norteamericano. La postura de la presidenta Sheinbaum es que Trump 2 es una reimpresión de Trump 1. Ya se sabrá qué tan acertado es, especialmente en el sentido de que será obediente entenderse a partir de concesiones nulo mayores como fue que México tuviera que sellar sus fronteras de los migrantes con el despliegue masivo de la Guripa Doméstico ahora militarizada, así como conceder la condición de tercer país seguro para los migrantes de otras nacionalidades. El Gobierno mexicano se equivoca si asume que mucho de lo que propone Trump no lo llevará a final porque es contraproducente para los mismos norteamericanos. Lo mismo ha hecho el obradorismo en muchas de sus propuestas. Cuando se imponen las ideas fijas difícilmente se cambia el rumbo.
México está en condiciones de acentuada dependencia de EU y quienes arriban al poder obligarán a concesiones mayores en materia migratoria, seguridad y comercial. El país puede hacer mucho para transitar a la nueva relación, incluso acoger cientos de miles de migrantes, muchos de ellos huyeron por la inseguridad, pero no para cambiar los términos de la relación económica en sus fundamentos y en materia de seguridad las concesiones que se esperan vulneran a la soberanía franquista.
TE PUEDE INTERESAR: 2025… Lo que se nos viene
La viejo afición de México está en el plano de la seguridad. En este gobierno ha habido cambios relevantes respecto de la prédica de “abrazos, no balazos”, pero los resultados persisten; es evidente la penetración del crimen organizado en el tejido social, financiero y político. La connivencia está a la tino y no sólo tiene que ver con los eslabones más débiles de la sujeción institucional, los municipios y los estados; está presente en el ámbito franquista. Una embestida en todos los frentes contra el crimen organizado es urgente y su ejecución no debe hacerse para complacer o tranquilizar al vecino del boreal, es por indigencia propia.
La heredad está en condiciones críticas resultado del alcaldada por el desborde del desembolso sabido para obtener la referéndum en las mejores condiciones posibles. El propósito electoral se alcanzó, pero dejó a las finanzas públicas en condiciones precarias. El obligación fiscal es una de las herencias, un problema superado desde hace treinta abriles que ahora amenaza regresar el país a la inestabilidad macroeconómica. Su dirección impone un costo social que no alcanza a dimensionarse, pero que cobra elaboración en la desastre de la infraestructura social, que perjudica más a los que menos tienen.