El presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, se reunieron en Minsk para acorazar su alianza y discutir cuestiones económicas y de seguridad.
El presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo bielorruso Alexander Lukashenko se reunieron en Minsk para alentar su alianza en el continente uruguayo mientras discutían preocupaciones económicas y de seguridad.
Antiguamente del inicio del choque, se realizó un acto en el Palacio de la Independencia para el choque oficial. Lukashenko – apodado durante mucho tiempo como “El zaguero dictador de Europa” – inició el acto elogiando a Putin por activo observado a los “militares” bielorrusos con su “ojo experimentado”. “Esto es atún”, dijo.
“Como acordamos ayer, siempre tenemos dos partes: cuestiones económicas y de seguridad. Siempre hemos pospuesto las cuestiones económicas para que sean consideradas por nuestros gobiernos”, dijo Lukashenko.
“Pero hoy es sólo una oportunidad para escuchar lo que ya se ha hecho en relación con nuestras instrucciones, y tenemos entre una y media o dos cuestiones que deben resolverse. Escuchemos a los expertos, ellos nos informarán”.
Putin viajó a Bielorrusia en un alucinación de dos días para subrayar los estrechos vínculos del Kremlin con su partidario vecino que ha sido fundamental en el conflicto de Ucrania.
Aunque las fuerzas bielorrusas no han participado directamente en la lucha de Ucrania, Bielorrusia sirvió de trampolín para que las tropas rusas entraran en el boreal de Ucrania. Dependiendo de los préstamos rusos y de la energía subsidiada, Bielorrusia permitió que su región fuera utilizado como saco para el ejército ruso, facilitando el despliegue de fuerzas rusas en Ucrania desde suelo bielorruso.
En 2023, Rusia además trasladó algunas de sus armas nucleares tácticas a Bielorrusia.
Putin, que comienza su botellín mandato, viajó a China a principios de este mes y tiene previsto inspeccionar Uzbekistán el domingo.
El líder bielorruso nombró recientemente a un nuevo patrón del estado decano marcial del país en una medida que, según los analistas, tiene como objetivo mostrar al Kremlin la máxima honradez de su partidario.