En Europa entrará en vigor una nueva ley que hará ilegal que los empleadores pregunten sobre los salarios actuales de los candidatos durante las entrevistas de trabajo.
La ley es una de varias medidas para compendiar la brecha salarial entre hombres y mujeres y debería asomar a implementarse a más tardar en 2026.
Según las estadísticas de 2023 del Instituto de Mediación, la brecha salarial entre hombres y mujeres es ahora del 10 por ciento. Si se tienen en cuenta las diferencias en la comicios de carrera, la permanencia, la educación y el horario gremial pactado, sigue existiendo una brecha salarial cuestionable del 4,8 por ciento.
Las autoridades europeas sostienen que una de las razones de esta brecha es la error de transparencia. Según la nueva directiva, a los empleadores no se les podrá preguntar cuál es el salario presente de una persona cuando solicite un nuevo empleo. Encima, el empleador deberá informar sobre el salario original antiguamente de la negociación.
“El objetivo es tener una posición negociadora lo más equilibrada y adecuada posible teniendo paso a más información. Una de las novedades de la ley es que el trabajador tiene derecho a cobrar información sobre su salario a través del empleador, independientemente de si está afiliado o no al sindicato”, afirmó Erik Adell Hellström, canciller sueco en el Profesión de Trabajo y Empleo.
En la ahora, todas las empresas con más de 10 empleados ya deben realizar una averiguación salarial para avalar que no exista brecha de índole. Pero con la nueva ley, las empresas con más de 100 empleados tendrán que informar de esta averiguación a una autoridad supervisora, que se propone que sea el Defensor del Pueblo contra la Discriminación.
“Partes del cuadro salarial se harán públicas. La discriminación salarial ya está prohibida. El objetivo de los cambios es entregar la detección de salarios injustos, informando a los empleados sobre el salario medio que perciben quienes desempeñan tareas equivalentes en el circunstancia de trabajo”, explicó Hellström.