Las condiciones económicas del mundo tienen posesiones directos sobre lo que sucede además en México ya que nos encontramos en un sistema que integra a varias economías de forma directa y a otras indirectamente. Nuestro país y el vecino del finalidad viven en una simetría económica no proporcional. Esto es, lo que sucede en Estados Unidos se refleja en México en la misma variable, pero siempre con anciano intención. Por eso dicen que cuando a los “gringos” les da un resfriado, a nosotros nos da una pulmonía. Por esta razón es necesario comentar hoy lo que se vivirá en distrito doméstico en las siguientes semanas y meses derivado de la reducción de la tasa de interés de narración en 50 puntos pulvínulo, de la Reserva Federal norteamericana.
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El anuncio en narración no fue sorpresivo porque se esperaba un resultado a la herido (25 puntos pulvínulo) pero no con tanta intensidad (50 puntos pulvínulo). El mensaje que se puede interpretar de una reducción anciano a la esperada es que la Reserva ve a futuro un avería importante de las condiciones económicas que ponen en aventura a los empleos actuales y en consecuencia al crecimiento financiero de ese país. Esto ocasionó de inmediato que los sistemas económicos y financieros del mundo “sufrieran” las consecuencias. Para el caso de México, la sacudida fue muy importante. No solo cayó la Bolsa Mexicana de Títulos porque se esperaría un avería de las ventas de las empresas nacionales y extranjeras sino porque los inversionistas internacionales además empezaron a mover su fortuna a la negocio de metales preciosos y a otros instrumentos financieros de anciano rendimiento. Es aquí donde comienza el asunto.
México mantuvo una afecto de capitales financieros (de cartera) principalmente por el gran diferencial de tasas de interés con respecto a los otros miembros del TMEC. Mientras aquí llegábamos a tasas de 11%, posteriormente del Río Embravecido estaban preciso a la centro, en 5.5% y llevaban así 4 primaveras, subiendo un poco o manteniéndose. Con este diferencial de 500 puntos pulvínulo, los capitales como fondos de inversión, ahorradores internacionales de gran calado y hasta especuladores de stop nivel, traían su fortuna con la expectativa de ganar ganancias elevadas con muy poco o incapaz aventura. Sin confiscación, ayer la Fed (como se le dice a la Reserva Federal) decidió descabalgar 50 puntos pulvínulo la tasa, y cambiar las condiciones competitivas del entorno en que nos desenvolvemos económicamente. Ahora, el diferencial de tasas que nos hacía muy atractivos se empieza a deteriorar rápidamente. Una último tasa de interés en Estados Unidos, encima de la señal de una expectativa negativa de la actividad económica a futuro implica volver en otros instrumentos financieros. Se prefieren inversiones en metales preciosos o en bonos de gobierno de derrochador plazo que sigan dando a los inversionistas altos rendimientos. Esto a su vez estará poniendo presión al Costado de México que el próximo 26 de septiembre tendrá reunión. Hasta ayer del anuncio de la Fed, había un consenso entre los analistas que existían las condiciones para someter nuevamente la tasa de narración al menos otros 25 puntos pulvínulo y someter el costo del fortuna para que hubiera más proyectos productivos (generadores de empleo) y menos inversión de cartera. Ahora, esa posibilidad se diluye porque si Banxico reduce la tasa, se perderá todavía más capacidad de afecto de capitales, y aunque es inversión no productiva de forma directa, sí genera de forma indirecta porque al estar ese fortuna en las instituciones financieras, las empresas o futuros empresarios pueden obtener a esos posibles para resistir a extremo sus propios proyectos. Por otro banda, si la valentía es que las tasas se queden igual para apoyar la inversión, la heredad en su conjunto podría caer en recesión a inicios del subsiguiente año porque en estos momentos hay una reducción en dos de los principales componentes del crecimiento financiero; las exportaciones y el consumo. Encima, la inversión extranjera aunque crece, muy poca es inversión fresca, más del 97% es reinversión que se puede explicar por ser parte de la planeación de primaveras anteriores o estrategias fiscales y no necesariamente el refleja de la desconfianza derivada de la reforma legislativo, todavía, hay que recapacitar el periodo medido. Para comprender qué tanto ha dañado esta última la capacidad de afecto de México, habrá que esperar algunos meses más. De acuerdo con la Secretaría de Pertenencias con datos al suspensión del segundo trimestre de este año, la inversión extranjera directa alcanzó los 31 mil 096 millones de dólares, y aunque es un monto récord, hay que señalar que del total precedente, 30.3 mil millones son reinversión y sólo 0.9 mil millones son inversión nueva, esto es, solo el 2.89% del total. En conclusión, es poca afecto y gran reinversión. No es malo el resultado, pero da en qué pensar sobre todo cuando los datos que se tengan del tercer trimestre reflejarán parcialmente los posesiones de la reconfiguración (o descomposición) económica que se esté viviendo.
Aunque si México herido la tasa de interés en la misma proporción que Estados Unidos, uno podría pensar que la diferencia es casi la misma o más, donde México ofrecería 10% y Estados Unidos 4.75%, el problema es que los inversionistas ya no considerarían que bajo las actuales circunstancias de nuestro país, un 10% es suficiente para compensar el aventura que se percibe por la reforma legislativo y el cargo fiscal. Por lo precedente, será una valentía a tomar, muy difícil para el comité de política monetaria del Costado de México en la subsiguiente reunión. Desmontar la tasa puede resultar muy riesgoso para la inversión en México porque nos haría perder haber de cartera, sobre todo en este momento cuando lo que se necesita es fortuna. La inversión va a donde hay confianza en la estabilidad económica y política, los dos fundamentos son escasos en este momento en nuestro país. Por esa razón, la única vía para seguir navegando “las aguas turbulentas del desequilibrio financiero” es dando una compensación por medio de la tasa de interés. Esto mandará una buena señal a los mercados de que entendemos en dónde estamos pero sabemos, sobre todo, a dónde vamos.
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Para terminar, departir de crisis en este momento es importante, no porque haya una, sino porque a toda costa se debe y se puede evitar. El primer paso será apoyar la tasa de interés, que ha sido muy efectiva para corregir el problema de inflación y para atraer inversión. El segundo es poner un freno al pago divulgado que se ha desbocado terriblemente y que si no se contiene inmediatamente, terminará generando lo que nadie quiere, una crisis, o al menos eso dicen los otros datos.