Los equipos de emergencia continúan las operaciones de rescate tras el potente terremoto que sacudió la costa este de Taiwán el miércoles pasado, dejando al menos trece muertos y 1.145 heridos, según informaron fuentes oficiales.
De acuerdo con el Centro de Respuesta a Emergencias, 442 personas aún están varadas en el Parque Nacional Taroko, uno de los principales destinos turísticos de Taiwán, mientras que otras seis permanecen desaparecidas.
Este sábado, los rescatistas hallaron a la decimotercera víctima mortal, una mujer de 21 años que quedó sepultada por las rocas en el sendero Shakandang. El viernes, se encontraron los cuerpos sin vida de un hombre y su hija de 11 años en el mismo lugar. Estas dos personas formaban parte de una familia de cinco miembros que desapareció durante el terremoto. La madre y otros dos niños aún están desaparecidos.
El ministro del Interior, Lin Yu-chang, encargado de coordinar las tareas de rescate, anunció que un equipo de siete personas proveniente de Turquía llegará este sábado a Taiwán para ayudar en la búsqueda de los desaparecidos utilizando drones.
Las operaciones de búsqueda en el Parque Nacional Taroko han sido interrumpidas en varias ocasiones debido a las malas condiciones climáticas y los constantes temblores. La Agencia Meteorológica Central registró 627 réplicas después del terremoto del miércoles, incluyendo una de magnitud 5,3 en la madrugada del sábado.
El terremoto también ha provocado pérdidas millonarias. Más de 500 centros educativos han sufrido daños estimados en más de 1.000 millones de dólares taiwaneses, mientras que el sector agrícola ha reportado pérdidas equivalentes a 68,78 millones de dólares taiwaneses. Además, 430 edificios en la isla han sufrido daños, con dieciocho de ellos con el nivel máximo de deterioro.
El terremoto, de magnitud 7,2 según la Agencia Meteorológica Central y de 7,4 según el Servicio Geológico de Estados Unidos, ocurrió el miércoles a las 7:58 a.m. en el mar, a 25 kilómetros al sureste de Hualien. Es el terremoto más intenso que ha experimentado Taiwán desde el 21 de septiembre de 1999, cuando un sismo de magnitud entre 7,3 y 7,7 causó la muerte de más de 2.400 personas.
Taiwán se encuentra en la convergencia de las placas tectónicas filipina y eurasiática, lo que hace que los terremotos sean frecuentes en la isla.