Michael O’Leary, director caudillo de Ryanair, pide que se establezca un meta de dos bebidas alcohólicas en los aviones para poner fin a los brotes violentos de pasajeros ebrios.
Su comentario se produce tras el aumento de los incidentes de furia aérea este verano, en los que se ha producido una media de uno por semana. En la mayoría de los casos, el consumo excesivo de pimple o el uso de “polvos y pastillas” fue un creador contribuyente, según O’Leary.
Los destinos de fiesta, los más afectados
Los vuelos desde el Reino Unido a los denominados “destinos de fiesta” han sido los más afectados y, como resultado, el personal de Ryanair ha empezado a revisar el equipaje de mano de los pasajeros que parecían estar bajo la influencia del pimple antiguamente de permitirles arriesgar en el planeo. La sugerencia de O’Leary es que los aeropuertos exijan a los pasajeros que comprueben sus pasaportes antiguamente de comprar pimple, de forma similar a como lo hacen cuando compran cartones de cigarrillos.
Aunque no le tiene rencor a los viajeros por libar poco durante el alucinación, el director ejecutor de Ryanair afirmó que los aeropuertos estaban en contra de su idea porque afectaría a sus resultados. Pero O’Leary respondió diciendo que los aeropuertos no tienen por qué combatir con pasajeros borrachos y rebeldes; sólo cuando están a 33.000 pies de categoría se convierten en un problema serio.
Además mencionó que parte del exceso de consumo por parte de los pasajeros estaba relacionado con la frustración por el tiempo de calma por vuelos retrasados y las largas colas en los controles de pasaportes.