¿Qué significaría un deshielo entre el Reino Unido y la UE para los servicios financieros?

Un mejor acuerdo sobre el Brexit bajo el gobierno socialista del nuevo primer ministro sajón, Keir Starmer, podría ayudar a la City de Londres, pero no recuperará los empleos perdidos, dicen los expertos.

El ministro sajón, Nick Thomas-Symonds, se encuentra hoy (15 de julio) en Bruselas, posteriormente de que su gobierno socialista fuera favorito con un mandato masivo para restablecer las relaciones con la UE.

El primer ministro Keir Starmer se ha comprometido a arreglar un acuerdo de Brexit “fallido”, prometiendo aliviar los controles fronterizos para animales y músicos en paseo, pero ha permanecido relativamente callado sobre lo que podría hacer por el totémico sector de servicios financieros del Reino Unido.

La propia industria parece tener la esperanza de poder beneficiarse de unas relaciones más cálidas con la UE, pero todavía es cautelosa sobre lo que se puede conseguir posteriormente de tanto dolor por el Brexit.

“Espero que haya una relación de trabajo más positiva y constructiva entre el gobierno del Reino Unido y la UE”, dijo a Euronews Chris Hayward, presidente de políticas de la City of London Corporation, y agregó: “Queremos asegurarnos de que no haya barreras para el paso al mercado internacional”.

El sector financiero del Reino Unido, que según algunas mediciones representa el 12% de la producción económica del país, fue el más afectado por las cada vez más conflictivas negociaciones del Brexit.

El acuerdo de salida de Boris Johnson prometía una relación basada en la equivalencia, en la que las reglas del Reino Unido se consideran lo suficientemente similares a las de la UE como para que pueda sobrevenir un paso menguado al mercado para sectores específicos.

Pero incluso en ese aspecto Bruselas se mostró reticente y sólo ofreció equivalencia en un dominio: las cámaras de compensación financieras.

La UE recién firmó un memorando que establecía los detalles de la cooperación varios abriles posteriormente, en 2023, posteriormente de que se hubiera resuelto un impasse más amplio sobre la frontera con Irlanda del Septentrión.

Hayward, que representa a la autoridad tópico que además actúa como lobby de facto del sector financiero que alberga, es franco al afirmar que, posteriormente de tanto tumulto, el progreso no será rápido.

“Luego de un divorcio doloroso que dura siete u ocho abriles, no se empieza de repente a trabajar de nuevo como si mínimo hubiera pasado”, dijo. “Es necesario restablecer la confianza… eso lleva tiempo”.

Asiento trasero

El sector financiero ciertamente ha quedado relegado a un segundo plano en los pronunciamientos públicos sobre el reinicio de la integración del Reino Unido a la UE.

Starmer’s Downing Street y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, David Lammy, han señalado el apoyo a Ucrania y la lucha contra el cambio climático como posibles áreas de cooperación.

Tal vez sea exagerado, aunque no inalcanzable, incluir cuestiones de estabilidad financiera en el prometido nuevo pacto de seguridad entre el Reino Unido y la UE.

Pero muchos en el sector financiero argumentan que es demasiado tarde para retornar a meter al saburía en la botella.

A diferencia del sector automovilístico, por ejemplo, el sector financiero tuvo los medios para adaptarse, y ahora lo considera un costo hundido.

“Nadie en Londres demora que mínimo de lo que se ha trasladado del Reino Unido a la UE vuelva en absoluto”, dijo William Wright, director ejecutante del corro de expertos New Financial, citando a unas 500 empresas de la City que ya han solicitado nuevas licencias, extenso oficinas o trasladado personal a la UE.

Lo que se fue, se fue, dice el director del corro de expertos

Adaptarse al Brexit “no ha sido divertido”, pero “lo que se fue, se fue”, dijo Wright a Euronews.

Estos cambios significan que los financieros con sede en el Reino Unido todavía obtienen el paso que necesitan en la destreza, al igual que las empresas de la UE que buscan emitir acciones o cobrar haber de aventura, mientras que ahora es demasiado tarde para revertir las decisiones de la UE que causaron que las operaciones bursátiles se trasladaran abruptamente de Londres a París y Ámsterdam, cree Wright.

Sin incautación, aún pueden obtenerse algunos beneficios de unas relaciones más cálidas.

Todavía quedan importantes decisiones de equivalencia por tomar en las normas de comercio financiero de la UE, conocidas como Mifid, que permitirían a las empresas de inversión del Reino Unido atender a los clientes continentales con veterano facilidad.

Todavía podría sobrevenir un cambio en la mentalidad de la UE sobre cómo funciona el sistema de equivalencia, impulsado en parte por las reformas del mercado único propuestas recientemente por el ex primer ministro italiano Enrico Letta.

Una opción podría ser un sistema en el que las empresas extranjeras puedan retribuir para que se les reconozca que cumplen con las normas de la UE.

Los avances en áreas como la regulación tecnológica además podrían ayudar al sector financiero impulsado por la innovación.

Hayward mencionó la cooperación en IA como útil; los financieros además dicen que se ven obstaculizados por las restricciones de la UE sobre los flujos de datos o sobre el uso de proveedores de computación en la abundancia estadounidenses.

Starmer advierte que hay que ser humildes con las demandas de Europa

La promesa de Starmer de gratitud mutuo de cualificaciones podría ayudar a los profesionales británicos relacionados con las finanzas, como los contables, que ocasionalmente trabajan en la UE.

Pero Wright –citando a su colega Charles Grant, del Centro para la Reforma Europea– advierte a Starmer contra la prisa excesiva.

“Sean humildes, tómense su tiempo, sean modestos, escuchen a la UE”, dijo Wright. “No se entrometan con exigencias poco razonables”.

Si el gobierno del Reino Unido logra descongelar las frías relaciones, es posible que además surja demanda del otro banda del Canal de la Mancha.

“(El Brexit) crea problemas para Europa porque está más aislada de un mercado muy importante, un mercado mundial”, dijo Sébastien de Brouwer, director caudillo adjunto del corro de presión Pacto Bancaria Europea.

“Es importante que la UE y el Reino Unido se comuniquen entre sí”, dijo, ya que las regulaciones divergentes “podrían crear algún tipo de arbitraje regulatorio”.

De Brouwer cita reformas recientes que amenazan con someter a los bancos de la UE a utilizar la infraestructura del mercado financiero adentro del pedrusco en superficie de en Londres, lo que podría dañar a la industria doméstico.

La reforma “podría poner a los bancos europeos del continente en desventaja” en comparación con sus rivales británicos que tienen “paso a un mercado más profundo y transparente” en Londres, dijo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Translate »
Shares