Pedro Sandoval en su estudio de Madrid. Crédito: Pedro Sandoval, Facebook.
El auge de la inteligencia sintético es obligatorio. El potencial de la IA para modificar todos los ámbitos de la sociedad es poco que genera debate y preocupación. Pero ¿estamos poniendo un meta en el arte?
Hasta ahora, el uso de máquinas de inteligencia sintético en el arte, la música y la humanidades se ha considerado excesivo. El arte siempre ha sido la expresión y comunicación de ideas y emociones a través de un medio físico, ya sea pintura, escultura, cine, danza, escritura, fotografía o teatro. La expresión artística siempre ha surgido de los informes, las circunstancias, la personalidad y las influencias del individuo, y la creatividad de las máquinas, por lo tanto, devaluaría el esfuerzo humano.
La ingreso de arte creado por inteligencia sintético siempre ha sido una radio roja, una amenaza para el sustento de los creadores y una invasión excesiva de la psiquis de los seres humanos, como afirman los manifestantes de la industria cinematográfica. Pero un intérprete quiere que le demos una oportunidad a la inteligencia sintético.
Pedro Sandoval, un intérprete venezolano que vive actualmente en España, pintor impreciso neoexpresionista cuyas obras se exhiben en el museo Guggenheim de Nueva York y en la Casa Blanca, ve el uso de la inteligencia sintético como una útil más para el intérprete, como un pincel, y a diferencia de los manifestantes en Hollywood a principios de este año, no teme que se imponga. Sandoval fue en su día un protegido de Andy Warhol y se codeó con figuras como Keith Haring, Jean-Michel Basquiat y Willem de Kooning en el Nueva York de los primaveras 80.
La IA es el pincel, no el intérprete
Sandoval, que ahora utiliza la IA en sus propios trabajos en vídeo, afirma que, como es él quien da las órdenes a la computadora, es él el intérprete con la visión creativa que controla el resultado final y, por consiguiente, el que posee los derechos de autor. Sin bloqueo, advierte que, como cualquier útil, necesita ser controlada. El intérprete necesita entender cómo utilizar la útil.
Aunque parece que el futuro estará dominado por la inteligencia sintético, desde la profesión jurídica hasta la aplicación de la ley, desde el gobierno hasta la formulación de políticas, el arte, insiste Sandoval, debe seguir haciendo referencias al pasado para dar contexto histórico a las generaciones más jóvenes.