Orbán presiona por un alto el fuego con Rusia en una histórica visita a Kiev

El primer ministro húngaro visitó la caudal de Ucrania por primera vez desde la invasión a gran escalera de Rusia en 2022 y ofreció sugerencias para poner fin a la querella.

Durante su primera reconocimiento a la vecina Ucrania desde la invasión a gran escalera de Rusia, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dijo el martes al presidente Volodymyr Zelenskyy que la querella era el “tema más importante” de Europa y recomendó un parada el fuego inmediato.

Se considera que Orbán tiene las relaciones más cálidas con el presidente ruso Vladimir Putin entre los líderes de la Unión Europea, y su reconocimiento fue un ademán poco popular en una relación tumultuosa con Ucrania, ya que Budapest se ha inclinado repetidamente alrededor de Moscú.

El primer ministro húngaro ha bloqueado, retrasado o diluido rutinariamente los esfuerzos de la UE para extender la colaboración a Ucrania y sancionar a Moscú por su querella, frustrando tanto a Zelensky como a otros líderes de la UE.

Pero tras las conversaciones en Kiev el martes, Orbán pareció aclarar la puerta a una nueva escalón de las relaciones bilaterales, diciendo que “había llegado el momento” para una reconocimiento oficial.

“Estamos intentando dejar detrás las disputas del pasado y centrarnos en el futuro”, dijo Orbán en breves comentarios a los periodistas tras las conversaciones. “Nos gustaría que las relaciones entre nuestros dos países fueran mucho mejores”.

¿Relaciones tensas para aliviarlas?

Ucrania y Hungría mantienen una relación tensa desde que comenzó la querella. Orbán se ha presentado como un defensor de la paz y ha pedido un parada el fuego inmediato y conversaciones de paz sin explicar en detalle qué significaría eso para la integridad territorial de Ucrania. El martes reiteró ese llamado y dijo que “brindaría una oportunidad para acelerar las negociaciones de paz”.

Pero Zelenskyy dijo el martes que estaba “agradecido” por el apoyo humanitario que Hungría había brindado a los refugiados ucranianos que huían de la querella. Incluso dijo que Hungría podría desempeñar un papel en la ordenamiento de una segunda impresión de una cumbre de paz que se celebró en Suiza el mes pasado, que reunió a docenas de líderes mundiales.

“Hoy discutimos en detalle cómo Hungría puede mostrar un viejo liderazgo en la preparación para la segunda cumbre”, dijo Zelenskyy, añadiendo que le gustaría que el evento tuviera ocasión este año.

La reconocimiento de Orbán se produce el día a posteriori de que Hungría asumiera la presidencia rotatoria de seis meses de la UE, un cargo que tiene poco poder auténtico pero que puede utilizarse para marcar el tono de la memorándum del agrupación.

Los funcionarios húngaros han indicado que actuarán como “intermediarios honestos” en su función a pesar de las preocupaciones de algunos legisladores de la UE de que el historial tolerante de Hungría la hace no apta para liderar el agrupación.

Durante la reconocimiento, el primer ministro húngaro reconoció la invasión rusa y dijo que su objetivo al delirar a Kiev era “entender cómo podemos ser enseres a Ucrania en los próximos seis meses”.

“La cuestión de la paz no es sólo importante para Ucrania, es importante para toda Europa”, afirmó Orbán. “Esta querella que ahora están padeciendo tiene un profundo finalidad sobre la seguridad europea”.

La querella es “el tema más importante para Europa”, dijo.

Orban afirma que las minorías «deben ser atendidas»

El primer ministro húngaro, que se autodefine como partidario de una “democracia iliberal”, ha sido marcado durante mucho tiempo por sus socios europeos de desmantelar las instituciones democráticas en su país y ejecutar como un obstinado saboteador de las prioridades políticas esencia de la UE.

El agrupación ha congelado más de 18.600 millones de euros en financiación a Budapest por supuestas violaciones del estado de derecho y corrupción, y Orbán ha llevado a final numerosas campañas contra la UE presentándola como una ordenamiento represiva y excesivamente centralizada.

Orbán asimismo ha marcado durante mucho tiempo a Kiev de maltratar a una minoría étnica húngara en la región occidental de Zakarpatia, en Ucrania, una comunidad que ha utilizado para testimoniar su negativa a proporcionar armas a Ucrania o permitir su transferencia a través de la frontera compartida entre los dos países.

Pero el martes, Orbán dijo que ve una “buena posibilidad” de conseguir avances en los asuntos de la comunidad minoritaria y aceptó una propuesta de Zelenskyy de establecer una escuela ucraniana en Hungría para refugiados.

“Es necesario cuidar de estas familias. Necesitan trabajo, necesitan medios de vida, necesitan seguridad, necesitan una buena escuela para sus hijos, necesitan buenos profesores”, afirmó Orbán.

Su reconocimiento coincide con el intento de enganchar miembros para una nueva alianza nacionalista que prórroga que pronto se convierta en el viejo conjunto de derechas del Parlamento Europeo. El domingo, Orbán se reunió en Viena con los líderes del ultraderechista Partido de la Excarcelación de Austria y del principal partido de la competición checa, y anunció la formación del nuevo conjunto, Patriotas por Europa.

El trío necesitaría atraer a legisladores de al menos cuatro países más de la UE para formar con éxito un conjunto en el nuevo parlamento europeo, que celebró elecciones en junio.

Los partidos nacionalistas de derecha en toda Europa fortalecieron su posición en las elecciones, pero las diferencias ideológicas sobre la querella en Ucrania y la cooperación con Rusia a menudo han impedido alianzas más profundas entre algunos de los partidos.

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