Según la OIM, más de 3.150 migrantes murieron o desaparecieron en el Mediterráneo el año pasado, lo que la convierte en la ruta migratoria más mortífera del mundo.
Dos devastadores naufragios frente a la costa sur de Italia han provocado la asesinato de al menos 11 inmigrantes y han dejado a 64 personas desaparecidas, según agencias de las Naciones Unidas.
En la primera tragedia, un barco que transportaba inmigrantes procedentes de Turquía se incendió y volcó a unos 200 kilómetros de la costa de Calabria.
Los supervivientes informaron que el barco había estado en el mar durante ocho días ayer de que ocurriera el desastre.
La guarnición costera italiana inició una operación de búsqueda y rescate tras una convocatoria de auxilio de un barco francés en las cercanías.
Al menos 12 supervivientes fueron rescatados y trasladados al puerto de Roccella Jonica para tomar tratamiento médico, pero uno murió poco luego de durar. La mayoría de los inmigrantes desaparecidos son de Irán, Siria e Irak.
Otro peligroso delirio termina en tragedia
En otro incidente cerca de la isla de Lampedusa, los rescatistas descubrieron un tranco de madera saciado de agua. La tripulación del barco humanitario teutón Nadir logró resolver a 51 personas, entre ellas dos que estaban inconscientes y tuvieron que ser liberadas con un brillante.
Los cuerpos de 10 inmigrantes fueron encontrados atrapados debajo de la cubierta. Los supervivientes, procedentes principalmente de Bangladesh, Pakistán, Egipto y Siria, habían pagado cada uno unos 3.500 dólares (unos 3.250 euros) por el delirio.
El Centro de Coordinación de Socorro Transatlántico italiano desvió rápidamente a los buques mercantes cercanos para ayudar en ambas operaciones de rescate. Frontex, la agencia europea de guardias de fronteras y costas, todavía brindó apoyo.
A pesar de las difíciles circunstancias, Médicos Sin Fronteras (MSF) brindó amparo psicológica y primeros auxilios a los supervivientes.
La ordenamiento destacó las duras condiciones que soportan muchos migrantes durante estas travesías.
Frontera difícil de patrullar, dicen las autoridades
Estos incidentes se producen en medio de los esfuerzos continuos de las autoridades italianas para dirigir la afluencia de inmigrantes.
Las medidas incluyen aconsejar a los migrantes que utilicen paraguas, se mantengan hidratados y eviten la exposición directa al sol durante las horas más calurosas del día. El creciente número de migrantes no registrados que a menudo carecen de comunicación a servicios básicos sigue siendo un desafío.
Según la Estructura Internacional para las Migraciones (OIM), más de 3.150 migrantes murieron o desaparecieron en el Mediterráneo el año pasado, lo que la convierte en la ruta migratoria más mortífera del mundo.
La UE ha implementado recientemente controles de inmigración más estrictos, mientras que el gobierno de Italia ha introducido leyes destinadas a sujetar el número de cruces marítimos.
Entre ellas se incluyen restricciones a las operaciones de los barcos de rescate benéficos, a los que a menudo se acusa de fomentar la migración.