CIUDAD DE MÉXICO- A través de un comunicado, la Secretaría de Crematística tildó de “urgente privación” la petición expresada por su titular, que subrayó en una misiva enviada a Tai que “dichas restricciones podrían resultar en el obturación de factorías” de la prisión de suministro en América del Septentrión.
“Lo que conllevaría a la pérdida de cientos de trabajos especializados” y, por otra parte, “contravendría los objetivos compartidos por los dos gobiernos de proteger los empleos de la región y fomentar la transición en torno a energías sustentables“.
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Para Buenrostro, la situación debe resolverse “en cumplidor apego” al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y con “los informes en esta materia” encima de la mesa, para conseguir un acuerdo que “beneficie a los trabajadores de los dos países“.
“Sin privación de prosperar el diferendo a instancias en las que ambas economías resultarían afectadas”, advirtió el comunicado
A mediados de mayo de este año, Biden anunció nuevos aranceles por valía de 18,000 millones de dólares (unos 16.505 millones de euros) a las importaciones de productos de China, que afectan a sectores como el puñal, el aluminio, los semiconductores, los vehículos eléctricos, las baterías, los paneles solares, las grúas de descarga de buques y los productos médicos, lo que ha generado preocupación en México.
Para los paneles solares, los gravámenes pasarán del 25 % al 50 %.
El anuncio estadounidense se produjo en plena campaña para las elecciones del 5 de noviembre y en un momento en el que Biden, que rebusca la reelección, ha adoptivo un tono cada vez más duro con China a pesar de deber hendido un diálogo con Pekín, en un intento por conquistar a la clase trabajadora de EE.UU. y alejarla del expresidente Donald Trump (2017-2021), futuro candidato republicano.
Desde 2022, Estados Unidos tiene en marcha una investigación ‘antidumping’ (contra la competencia desleal) sobre la importación de paneles solares procedentes de empresas chinas de Camboya, Malasia, Tailandia y Vietnam.