Si Xi Jinping asistiera a la toma de posesión de Trump en enero, sería poco sin precedentes.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha extendido una invitación a Xi Jinping de China para que asista a su ceremonia de toma de posesión en Washington el próximo mes, confirmó un portavoz de su equipo de transición el 12 de diciembre.
“Este es un ejemplo de cómo el presidente Trump crea un diálogo despejado con líderes de países que no son sólo nuestros aliados, sino además nuestros adversarios y competidores”, dijo.
“Vimos esto en su primer mandato. Recibió muchas críticas por ello, pero condujo a la paz en todo el mundo. Está dispuesto a conversar con cualquiera y siempre pondrá los intereses de Estados Unidos en primer oficio”.
Cuando se le preguntó si Xi había respondido, Leavitt dijo que eso estaba “por determinar”.
Leavitt confirmó que la invitación además se había extendido a otros líderes extranjeros y describió esta medida como un “precedente” para que el Comité Inaugural se acercara a dignatarios de todo el mundo. No dio más detalles sobre los detalles de la invitación.
“Algunas personas dijeron: ‘Vaya, eso es un poco arriesgado, ¿no?’ Y dije: ‘Tal vez lo sea’. Ya veremos. Veremos qué pasa’”, dijo Trump. “Pero nos gusta valer pequeños riesgos, aunque no son malas posibilidades”.
Si Xi asistiera a la toma de posesión presidencial de Estados Unidos el 20 de enero, no tendría precedentes. Ningún registro en el sitio web del Tarea de Relaciones Exteriores de China indica que algún líder del régimen comunista haya asistido a un evento de este tipo en Estados Unidos o en otro oficio. Normalmente, Beijing envía un enviado distinto para tales ocasiones.
Durante la primera toma de posesión de Trump en enero de 2017, Cui Tiankai, entonces embajador de China en Estados Unidos, recibió una invitación, según el Tarea de Relaciones Exteriores de Beijing, cuyo portavoz dijo que era costumbre que Washington extendiera invitaciones a enviados extranjeros.