Un estudio realizado en 16 países muestra que la muchedumbre sale a cenar más temprano que en 2019, y nuevos datos indican una tendencia creciente en los hábitos de “reservar temprano”.
La muchedumbre en la mayoría de los países europeos sale a cenar más temprano que ayer de la pandemia, según una nueva investigación del Mastercard Economics Institute.
Los cambios más significativos se observaron en Austria (18 minutos ayer), Portugal (16 minutos) e Irlanda (15 minutos).
Ingerir más temprano tiene varios beneficios para la salubridad, incluida una mejor digestión, una reducción de los riesgos cardiovasculares y una mejoramiento de los niveles de carbohidrato en familia.
De media, los europeos cenan 10 minutos ayer que ayer.
Estudios anteriores sobre los hábitos alimentarios posteriores a la COVID-19 revelaron que, de hecho, las personas en toda Europa están cambiando sus hábitos alimentarios, centrándose más en la planificación de las comidas y la negocio consciente. Asimismo hay un alejamiento de las comidas precocinadas en dirección a “horarios de comida adecuados” y tomar con otros miembros del hogar.
Natalia Lechmanova, economista principal para Europa del Mastercard Economics Institute, habló con Euronews sobre los factores que impulsan esta tendencia.
“Una razón es que trabajamos de guisa más flexible, por lo que tenemos más control sobre nuestros horarios y podemos lanzarse cuándo queremos salir a tomar”.
“La segunda razón es que los consumidores se están volviendo más conscientes de su salubridad. Priorizan el sueño, se acuestan más temprano y duermen más tiempo”, explicó.
El COVID-19 no sólo ha afectado los hábitos alimentarios.
La investigación además indica un cambio en los patrones de negocio de comestibles, ya que los consumidores ahora tienden a comprar a principios de semana en días tradicionalmente más tranquilos como el lunes y el martes, en circunstancia de durante las típicas prisas del fin de semana que se veían ayer de la pandemia.
“Estamos viendo cambios significativos en el comportamiento de negocio”, afirmó Natalia Lechmanova.
“Nuestros datos resaltan que estos comportamientos ‘madrugadores’ no son sólo tendencias: reflejan cambios más profundos en la forma en que las personas priorizan el tiempo y las experiencias”, añadió.