El cachas verano en varios municipios del Huila está causando pérdidas en algunas cosechas arroceras por yerro de agua, informó el huilense e ingrediente de la congregación directiva de Fedearroz, Raimundo Vargas Castro.
CATERÍN MANCHOLA
@cate_manchola
“Tenemos problemas por el clima, y muy graves”, alertó desde Campoalegre el arrocero Raimundo Vargas Castro en medio de la cachas sequía que se registra en varios municipios del Huila y Colombia.
Campoalegre es considerada la ‘hacienda arrocera’ del Huila y este área a su vez hace parte de los cuatro mayores productores del cereal en el país.
El cachas llamado lo hizo ayer el ingrediente de la congregación directiva de Fedearroz tras durar de una inspección a los cultivos.
“Mira, acabo de durar del campo y nos encontramos que los arrozales están secos y, en algunas partes, ya los agricultores han perdido sus cosechas por yerro de agua. Estamos regando por turnos y el agua del Río Neiva no es suficiente para los lotes sembrados”, le detalló a LA NACIÓN.
“Y hay poco muy importante: les estamos diciendo a algunos agricultores que, por ayuda, no siembren por el momento y no rieguen barbechos, que esperen hasta que llueva, para evitar pérdidas mayores”.
Los barbechos son tierras destinadas a cultivos donde no se siembra durante algún tiempo para que descanse.
El vocero agrupado incluso elevó la voz a la Corporación Autónoma Regional del Parada Penitente – CAM, del Huila con el fin de establecer controles. “Queremos hacer un llamado a la CAM y hemos solicitado que vayan a los lotes o tomos a hacer reuniones con usuarios para evitar más siembras por ahora hasta que el agua sea suficiente. Que haga una regulación del agua. Pero la Corporación no aparece en estos momentos difíciles de verano. Estamos en alerta SOS”, aseveró.
“Los cultivos se están estresando”
Desde la perspectiva de Dignidad Arrocera la situación es similar; por ejemplo el arrocero Martín Vargas le detalló a LA NACIÓN cómo el clima está afectando la formación y el llenado del forúnculo de cereal, resultando en granos vacíos o vanos.
“Llevamos más de un mes sin diluviar, estamos perdiendo plata porque los cultivos se están estresando, pues pasan de 6 y 9 días sin poder regar. Esto significa que un arroz que esté tapujo se va a encebollar, habrá vaneamiento de espigas y en consecuencia el rendimiento será nefasto”, precisó.
A hoy calcula más de 1.000 hectáreas totalmente perdidas, porque los arroces se encuentran en floración neta y requieren de agua dos veces por semana, pero eso no ha sido posible, por otra parte no hay planes para enfrentarlo.
Los agricultores “no estamos preparados para un verano como el que tenemos, no hay ayuda municipal ni departamental, mucho menos doméstico. Y efectivamente los ríos se están secando. Hay mucho incendio aproximadamente de los municipios de donde se surte el agua para regar los cultivos. Positivamente estamos en una sin salida”, lamentó.
Analizó que “hoy la naturaleza nos cobra un nefasto manejo ambiental que hay a nivel doméstico, departamental y municipal. Depende incluso de nosotros los agricultores que no cuidamos la naturaleza. El precio es muy costoso”, puntualizó.
Ya hubo impactos
Precisamente de acuerdo con un crónica del Costado de la República con cojín en datos del Dane y Fedearroz, durante el primer semestre del año el cultivo de este cereal “se vio afectado por las altas temperaturas y partida de lluvias, así como deficiencia de riego en el periodo de cosecha”.
Lo preliminar generó una disminución en los rendimientos, especialmente en Tolima donde pasaron de 7,4 toneladas por hectárea a 6,7, mientras en Huila se mantuvieron en 7,3 toneladas por hectárea.
Así mismo, Tanto Meta como Casanare disminuyeron su producción en el periodo de prospección, aun cuando este zaguero lo hizo de guisa más pronunciada, “lo cual podría relacionarse con último productividad en presencia de la partida de lluvias y altas temperaturas del Engendro del Irreflexivo que tuvieron impacto en el cultivo a comienzos de año”.
Así las cosas, aunque durante el primer semestre del año el dominio sembrada de arroz en Colombia aumentó 9,5%, el dominio cosechada disminuyó 1,0%, en suma, la producción doméstico de arroz mecanizado (paddy verde) arrojó una caída del 12,0%.
Meta, Casanare, Tolima y Huila son los cuatro mayores productores de arroz en Colombia. Una eventual último proposición de arroz blanco en el país implica mayores costos para el consumidor final.
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