La derecha radical sigue ampliando su poder en la UE, como lo demuestra el nuevo Gobierno en los Países Bajos, que tomó posesión este martes, y los resultados de la primera revés electoral en Francia. Esta expansión podría tener repercusiones en la forma en que se toman las decisiones en las instituciones de Bruselas.
Los gobiernos de los Estados miembros que cuentan con fuerzas políticas radicales de derecha y euroescépticas en su seno podrán nominar uno de dos caminos para profesar su influencia en el futuro de la Unión Europea, según Dave Sinardet, politólogo de la Universidad Dispensado de Bruselas, entrevistado por Euronews.
“Por un costado, podrían pincharse la política europea desde adentro. Por otro costado, estos líderes de extrema derecha pueden comenzar a comprender que incluso necesitan a la Unión Europea para poder cumplir una serie de promesas que hicieron a su electorado franquista, especialmente en materia de seguridad e inmigración”, afirma el sabio.
Entregar a Dick Schoof, ex caudillo de la agencia de servicios secretos, la presidencia del Gobierno, este martes, fue la decisión encontrada para tener un nuevo ejecutor activo en Holanda tras la triunfo del ultraderechista Partido por la Licencia, liderado por Geert Wilders, en las elecciones de hace siete meses.
El acuerdo formal que crea la nueva coalición, titulada ‘Esperanza, Coraje y Orgullo’, introduce medidas estrictas para los solicitantes de orfanato, elimina la reunificación ascendiente para los refugiados y pesquisa ceñir el número de estudiantes internacionales que estudian en el país.
Una posición que tendrá impacto en la forma en que se implementará el Pacto de Migración y Orfelinato de la UE en este país y será una remisión para otros Estados miembros críticos con el pacto recientemente suficiente.
“En el caso de las políticas migratorias, hemos gastado posiciones del Partido Popular Europeo (centroderecha) cada vez más radicales. Y en cuanto al Pacto Verde, el llamador de pausa se presionó hace unos meses, antaño de las elecciones europeas. Así que el éxito de la extrema derecha ya es poco que se está traduciendo en las políticas europeas de diferentes maneras”, explicó el politólogo.
¿Francia es el próximo destino?
Hungría es el único Estado miembro en el que un partido de extrema derecha tiene mayoría en el poder. Por otra parte de los Países Bajos, la extrema derecha forma parte de gobiernos de coalición en Italia, Finlandia, Chequia y Croacia. Francia podría ser el próximo en sumarse a la tendencia, a la luz de los resultados del 30 de junio.
Si la segunda revés, el 7 de julio, confirma la triunfo de la Unión Doméstico, el presidente centrista Emmanuel Macron quedará más retirado. Macron controlaría menos políticas internas, como las relacionadas con la crematística y la rectitud, por ejemplo, y tendría menos influencia en el Consejo Europeo, que reúne a los líderes de los 27 países de la UE.
“Lo que está claro es que el presidente francés, Emmanuel Macron, está muy débil por los resultados electorales actuales y es probable que esto no cambie mucho el próximo domingo”, afirma Dave Sinardet.
“Será, de hecho, un presidente débil en la mesa europea, lo que incluso puede tener repercusiones en el eje germano-francés, que históricamente y todavía hoy es uno de los principales motores de la política europea”, añadió.
No se puede aprobar un expediente político cuando cuatro Estados miembros, que representan el 35% de la población de la UE, se abstienen o votan. Por otra parte de la migración y el Pacto Verde, algunos de los ámbitos que podrían hallarse más afectados son la diligencia de la desavenencia en Ucrania y el apoyo a los países candidatos a la adhesión a la UE.
Pero en estos temas, la error de puntos de olfato comunes puede dificultar un cambio de rumbo: “Los líderes de los gobiernos de extrema derecha pueden obstaculizar el funcionamiento de la UE, pero estos líderes no necesariamente están alineados en todos los temas, en particular cuando se manejo de política internacional y, por ejemplo, la desavenencia en Ucrania. Por lo tanto, no está claro si siempre serán capaces de encontrar un compromiso entre ellos”, dice el profesor.
Por otra parte, algunos líderes de extrema derecha incluso tienen reputación de ser conveniente constructivos en la UE, como es el caso de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
La contemporáneo presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, destaca a menudo que es proeuropea, pro Estado de derecho y pro Ucrania, y que puede desempeñar un papel esencial en las políticas europeas durante los próximos cinco abriles.