La Corte Suprema de Alaska ha dictaminado que una medida que averiguación derogar el sistema de votación por orden de preferencia del estado permanezca en la pase de noviembre, lo que marca el postrero capítulo en una batalla permitido sobre el proceso electoral del estado.
La breve orden de dos páginas de la Corte Suprema significa que la iniciativa para revocar el sistema de votación por orden de preferencia de Alaska se presentará a los votantes en noviembre. Se demora que más delante se publique una opinión completa que explique el razonamiento del árbitro.
En su básico decisión del 7 de junio, Rankin se puso del costado de los funcionarios electorales estatales y concluyó que no habían violado la ley al permitir que los patrocinadores de peticiones corrigieran errores en sus peticiones.
“La División actuó adentro de su autoridad al permitir que los patrocinadores hicieran correcciones a las declaraciones juradas de certificación en los folletos individuales posteriormente de que se presentaron, pero ayer de que la División completara el recuento de firmas”, escribió Rankin en su opinión. “Encima, la División cumplió con todos los plazos obligatorios para colocar la iniciativa 22AKHE en la pase militar de noviembre de 2024”.
Al mismo tiempo, escribió: “No hay evidencia en este caso de que hubiera un patrón generalizado de mala conducta intencional, consciente y orquestada que justificara la invalidación de la petición de iniciativa 22AKHE”.
Scott Kendall, un abogado que representa a los votantes que demandaron para descalificar la medida de la pase, no respondió a una solicitud de comentarios sobre el decisión.
El sistema de votación por orden de preferencia se introdujo en Alaska a raíz de una medida electoral de 2020 que además implementó un sistema de primarias abiertas. En virtud de este sistema, todos los candidatos compiten en una única primaria, independientemente de su afiliación partidaria. Los cuatro candidatos con más votos pasan a las elecciones generales, en las que los votantes clasifican a los candidatos por preferencia. Si ningún candidato recibe la mayoría de los votos de primera opción en las elecciones generales, el candidato con menos votos es eliminado y sus votos se redistribuyen según las siguientes opciones de los votantes. Este proceso continúa hasta que un candidato obtiene la mayoría.
Los defensores del sistema de votación por orden de preferencia sostienen que reduce la polarización política y ofrece a los candidatos centristas más posibilidades de obtener. Los detractores sostienen que es confuso y engorroso para los votantes, lo que puede dar puesto a errores o a votos nulos.
Aunque los defensores del voto por orden de preferencia sostienen que éste garantiza que los funcionarios electos reciban un apoyo más amplio del electorado, los críticos dicen que perjudica injustamente a los candidatos con una saco de apoyo cachas pero estrecha y obliga a los votantes a clasificar a candidatos que quizás no apoyen plenamente.