Los jueces dictaminaron en mayo que el estado debería seguir delante con las elecciones de este año, pero pospusieron hasta ahora la intrepidez sobre si escucharían el caso.
La Corte Suprema decidió el 4 de noviembre escuchar un caso de manipulación étnico en Luisiana.
Gerrymandering es la manipulación de los límites de los distritos electorales para proteger a un partido o circunscripción en particular.
El caso no se verá a tiempo para las elecciones presidenciales y del Congreso del 5 de noviembre.
En ingenuidad, se manejo de dos casos (Louisiana contra Callais y Robinson contra Callais) que el tribunal ordenó que se escuchen juntos.
El tribunal votó el 15 de mayo para ordenar a Luisiana que utilice un plano del Congreso en disputa que crea un segundo distrito de mayoría negra en el estado en las elecciones de este año. Tres jueces discreparon.
Quienes se oponen al plan de redistribución de distritos dijeron que discrimina a los votantes no negros, pero la secretaria de estado republicana de Luisiana, Nancy Landry, dijo que no avanzar con el plano tan cerca de las elecciones de este año causaría “caos”.
La orden de la Corte Suprema suspendió una orden del 30 de abril emitida por un panel de jueces federales en el Distrito Oeste de Luisiana, que determinó que el plano no podía estilarse en las próximas elecciones.
Se prórroga que los jueces escuchen el caso de Luisiana a principios del nuevo año.
Esta es una historia de última hora. Las actualizaciones seguirán.