El ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas, ha sido recluido nuevamente en la cárcel de máxima seguridad del país tras recuperarse en un hospital de una descompensación de salud. Las autoridades penitenciarias relacionan esta descompensación con su negativa a ingerir alimentos, mientras que un parte policial sugiere una posible sobredosis de medicamentos.
Glas estuvo bajo observación médica en el Hospital Naval de Guayaquil, donde se determinó que sus parámetros de salud estaban estables y dentro de la normalidad, permitiendo su alta médica correspondiente.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad (SNAI) anunció que Glas había sido trasladado nuevamente al Centro de Privación de Libertad, conocido como La Roca, en estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad.
Andrés Villegas, abogado de Glas, expresó su preocupación por la falta de información oficial sobre la situación de salud del ex vicepresidente y la discrepancia entre el parte policial y la versión del SNAI.
Glas, quien había solicitado asilo en la Embajada de México en Quito en diciembre pasado, recibió este asilo del Estado mexicano, pero fue detenido poco después por orden del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, lo que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El ex vicepresidente está procesado por presunta malversación de fondos en un caso relacionado con la reconstrucción de la provincia de Manabí después del terremoto de 2016, y aún tiene pendiente cumplir una sentencia de ocho años en otros dos casos por cohecho y asociación ilícita.
Glas se considera inocente y un perseguido político víctima de ‘lawfare’, lo que llevó a México a concederle asilo político.