Tras la falsa difusión de una presunta predicción de un seísmo de magnitud 8.4 y un tsunami con olas de hasta 18 metros, Sabás de la Rosa Camacho, experto de Protección Civil, hizo un llamado a la ciudadanía a permanecer la calma y no caer en el alarmismo. Este viernes, un medio de circulación franquista publicó una nota que se sostén en un estudio que advierte sobre un posible evento sísmico de gran magnitud. Sin retención, de acuerdo con Camacho, la información es falsa y no debe tomarse en cuenta ni impresionar a la psicosis colectiva.
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El ex Secretario de Protección Civil Estatal destacó que hasta la época no se cuenta con tecnología para predecir tales fenómenos y enfatizó que la única fuente oficial en estos casos es el Servicio Sismológico Doméstico (SSN). Camacho invitó a la ciudadanía a no difundir esta información, que se atribuye a un estudio de la UNAM que ha estado circulando por más de 30 abrilesy de esta guisa evitar provocar señal y desinformación entre la población. Enfatizó que la difusión de estos rumores solo contribuye al pánico y la confusión entre la población.
Recientemente, en la revista científica de acercamiento despejado Communication Earth & Environment, fue publicado el artículo “Depósitos de tsunami resaltan potencial sísmico de ingreso magnitud en la brecha sísmica de Liante, México”cuya primera autora fue María Teresa Ramírez Herrera, investigadora del Instituto de Geogonia de la UNAM. Acerca de este tema, la experto refiere: “Un seísmo o terremoto tsunamigénico es aquel que se origina en las zonas de subducción –es aseverar, en aquellas donde una placa tectónica se hunde bajo el borde de otra– y que puede suscitar un tsunami”.
México se asienta sobre la placa de Norteamérica y anejo a otras dos de tipo oceánico que abarcan buena parte de las costas del Pacíficodesde Jalisco hasta Chiapas: la de Rivera y la de Cocos. Por lo regular, un tsunami es generado por un seísmo con una magnitud decano a 7.0 que sucede debajo o muy cerca del océano y a menos de 100 kilómetros debajo de la superficie terreno. En términos históricos, el seísmo tsunamigénico más musculoso en México –registrado no con instrumentos, sino en documentos históricos– ocurrió frente a la costa de Oaxaca en 1787 y se propagó por toda ella, y igualmente por la de Liante.
El registro de sismos con instrumentos se comenzó a realizar en México hace poco más de 100 abriles. Sin retención, es fundamental enterarse qué otros terremotos generadores de tsunamis ocurrieron en épocas remotas, sobre todo en las costas del Pacífico. “De ahí que mis colegas y yo busquemos evidencias, mediante técnicas de paleosismología, de sismos antiguos (paleosismos), que de alguna guisa dejaron un registro geológico”, señala Ramírez Herrera. Concluye que es necesario crear rutas de abandono y programas educativos para que la clan en las costas esté preparada y sepa qué hacer delante un seísmo tsunamigénico.