El senador Marco Rubio alertó sobre la creciente presencia del grupo terrorista Hezbollah en América Latina y su conexión con organizaciones criminales transnacionales que facilitan sus actividades en la región. Durante la última sesión del subcomité de Relaciones Exteriores del Senado, Rubio destacó el aumento de casos de terrorismo en la zona y advirtió sobre los lazos entre estas organizaciones extranjeras y grupos criminales, lo que facilita la formación de redes y la perpetración de posteriores atentados.
Rubio señaló que parte de la operación de Hezbollah implica conseguir financiamiento externo y enviarlo a los líderes terroristas en diferentes países, destacando la situación en Chile como especialmente preocupante. Mencionó que el presidente Boric ha mantenido una retórica dura sobre Israel, lo que plantea dudas sobre la acción del país para combatir estas redes financieras.
En respuesta, el subsecretario adjunto para América Latina y el Caribe del Departamento de Estado, Mark Wells, expresó preocupación por las operaciones de Hezbollah en la región, incluyendo en Chile. Sin embargo, señaló que el presidente Boric ha sido un defensor de los derechos humanos y ha cooperado con las fuerzas de seguridad chilenas en la lucha contra el terrorismo internacional, incluido Hezbollah.
Rubio también destacó la amenaza del Tren de Aragua, una organización narcotraficante venezolana, para la seguridad nacional de Estados Unidos, señalando que los problemas en la región eventualmente afectan a Estados Unidos.
La reunión coincidió con la confirmación por parte de la Justicia argentina de la responsabilidad de Hezbollah e Irán en los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA en Argentina en la década de 1990. Además, se produjo en medio de tensiones entre Chile y Venezuela después de que el gobierno venezolano negara la existencia del Tren de Aragua, lo que generó una respuesta firme por parte de Chile y una llamada a consultas de su embajador en Venezuela. El presidente Boric destacó la importancia de la cooperación entre los países de la región para hacer frente al crimen organizado.