En entrevista con LA NACIÓN, el economista y presidente del centro de estudios económicos – Anif en Colombia, José Ignacio López explicó por qué en esta coyuntura no es conveniente el Día Sin IVA, qué debe hacer el gobierno para acelerar el crecimiento financiero y cuán viable es una nueva reforma tributaria.
CATERÍN MANCHOLA
@cate_manchola
A través de sus disección e informes el centro de estudios económicos Anif contribuye al debate notorio, en medio de un país polarizado. El presidente de esa institución, José Ignacio López, dialogó con LA NACIÓN acerca de cómo va el país, temas coyunturales y venideros.
Presidente, ¿cuán conveniente considera usted que es desarrollar el Día sin IVA?
En el tema del Día Sin IVA hay visiones encontradas. Por un banda, sabemos que puede tener unos costos fiscales importantes porque en la medida en que hay Día Sin IVA hay pequeño recaudo. Por el otro banda, es una política de estímulo financiero, aunque asimismo con el inconveniente de que puede ser recesivo, es afirmar, que termine estimulando el consumo de las familias de mayores ingresos.
Nosotros en Anif hemos dicho que en esta coyuntura quizás es inconveniente el Día Sin IVA por el tema fiscal, sabemos que la fiscalidad del país está apretada; no obstante, nos gustaría, quizás que hubiera algún indagación con el Día Sin IVA para poderlo estudiar mejor porque no sabemos al final, en esas fuerzas entre estímulo financiero y fiscalidad qué termina predominando. Pero en ese contexto, por ahora entendemos las razones del Gobierno por las cuales no va a sancionar la ley.
En ese sentido, ¿cuándo sí sería oportuno implementarla?
Yo creo que por ahora lo más importante es poner las finanzas públicas en orden, estamos teniendo una caída muy importante en el recaudo y en este momento es positivamente inconveniente producir políticas que tengan una rozamiento en el recaudo sin que sean admisiblemente estudiadas. Esperamos que la situación fiscal mejore para que luego el país haga algún tipo de implementación.
La iniciativa nació cuando el consumo estaba poco ‘resentido’, pero ahora las acciones del Emisor van en caminadas a desincentivarlo para ‘frenar’ la inflación…
Sí. Ahora el foco de la reactivación debería ser más de inversión, está claro que el consumo de los hogares está plano, los hogares están golpeados por el objetivo de la inflación y las tasas de interés, pero positivamente el consumo en Colombia es 20% por encima del que teníamos en prepandemia, mientras que, la inversión de las empresas está 6% por debajo y ahí es donde debería ser el foco de la reactivación. Es afirmar, necesitamos más medidas de reactivación de inversión, que incluso medidas de reactivación de consumo.
Una política de reactivación basada en unos días de descuento, creo que no es suficientemente potente, puede ayudar en algunos casos, pero creo que lo que más necesitamos en esta coyuntura es destrabar los proyectos de inversión, más que otra cosa.
¿Esa sería una de las medidas que se requiere para acelerar el crecimiento de la hacienda?
Sí, porque positivamente lo que estamos viendo es que en la medida en que estamos teniendo una muy importante caída en la inversión, cerca de delante vamos a tener bajo crecimiento. Hoy ya estamos viendo una caída en las tasas de interés, es probable que el consumo en la temporada de fin de año aumente. Nos preocupan más son los grandes proyectos de inversión, como transmisión eléctrica, los mismos proyectos del sector de hidrocarburos en obras civiles y ahí es donde debería estar el foco de la discusión.
A menudo la masa de a pie percibe que las cosas van mal, ¿positivamente el país va mal?
No. Yo creo que tenemos indicadores mixtos, hay partes de la hacienda que van muy mal y hay otros sectores que van admisiblemente. Cuando uno palabra de inversión, vivienda, obras civiles, industria y comercio son partes de la hacienda que están en dominio gafe. Cuando hablamos de servicios, entretenimiento, agricultura y delegación pública tenemos algunas señales más positivas.
Entonces, el ciudadano de a pie puede tener sentimientos encontrados dependiendo de cómo esté la hacienda de su hogar. Encima, hay unos componentes de inseguridad y orden notorio y demás temas no económicos que sí están afectando negativamente el sentimiento de los hogares colombianos.
De otra parte, ustedes en la Anif asimismo han analizado el bajo recaudo, ¿qué implicaciones tendría para el Huila?
El bajo recaudo es el resultado de una composición de crecimiento que no está siendo propicio desde el punto de perspicacia fiscal. Estamos viendo que sectores que participan de guisa muy importante en el recaudo están creciendo muy mal, como el hidrocarburos, industria y comercio. Mientras que actividades como entretenimiento, delegación pública y el mismo sector agrícola, que tienen disminución billete en el recaudo, son los sectores que están creciendo más.
En la medida en que tengamos un recaudo tributario bajo, las cuentas del gobierno se van a desfinanciar y eso va a tener pertenencias sobre la capacidad que tiene el tesoro de tener proyectos de inversión en las regiones. Va a tener un objetivo de mayores tasas de interés por cuenta de obligación fiscal persistente.
Finalmente, bajo ese contexto, ¿qué tan viable es realizar una reforma tributaria?
A nosotros nos parece que es asaz inconveniente pensar que vamos a aumentar los impuestos a la hacienda formal, es una idea que no es bienvenida, porque precisamente los sectores que tradicionalmente tienen ingreso carga tributaria son los que peor la están pasando.
Entendemos una reforma tributaria si hubiera algún tipo de paquetes de estímulo a la inversión. Nosotros hemos sugerido que se pueden contemplar algunos estímulos en la inversión en activos fijos con unas fórmulas de presión acelerada que tendría un objetivo relativamente inmediato en la inversión en el año entrante y fiscalmente solo se vería en 2026.
En ese entendido, el Gobierno tendrá que seguir ajustándose en cinturón, inquirir una reducción en sus gastos para sincronizar esta caída en el recaudo.
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