El presidente serbio acepta las demandas de los manifestantes tras semanas de disturbios

La promesa de Aleksandar Vučić contrasta con un vídeo que publicó el martes, en el que acusaba a las potencias extranjeras de financiar las protestas.

El presidente serbio, Aleksandar Vučić, ha dicho que cederá a las demandas de los manifestantes escasamente un día posteriormente de afirmar, sin citar pruebas, que sus acciones estaban siendo financiadas por Poniente.

La ira se ha extendido por todo el país balcánico desde que 15 personas murieron el 1 de noviembre cuando un toldo de hormigón renovado se derrumbó en una época de tren en la ciudad norteña de Novi Sad.

Los políticos de concurso y los estudiantes que protestaban han culpado al gobierno por el desastre, sugiriendo que la corrupción y la negligencia fueron las culpables.

Hablando el miércoles en Belgrado, Vučić afirmó que todos los detenidos durante las manifestaciones ya habían sido liberados. Asimismo prometió indultar a los manifestantes condenados en futuros juicios.

La información sobre los trabajos de reconstrucción de la época de Novi Sad se hará pública esta semana, añadió.

Las palabras del presidente del miércoles contrastaron marcadamente con los comentarios que hizo en un video publicado en Instagram el día aludido.

En un mensaje desafiante, Vučić acusó a las potencias extranjeras de financiar las protestas en un intento de derrocarlo del poder.

“Lucharé por Serbia y serviré sólo a mi pueblo serbio y a todos los demás ciudadanos de Serbia, nunca serviré a los extranjeros, a aquellos que buscan derrotar, humillar y destruir a Serbia”, dijo.

Vučić luego mencionó a Bashar al-Assad, el dictador sirio que fue derrocado la semana pasada y huyó con su tribu de Rusia.

“Si piensan que soy Assad y que huiré a alguna parte, no lo haré”, dijo Vučić, afirmando que en los próximos días proporcionaría detalles de “cuánto cuartos se pagó en los últimos cuatro primaveras para destruir Serbia“.

Bajo el liderazgo de Vučić, Serbia ha continuado con su aspiración de unirse a la UE manteniendo al mismo tiempo estrechos vínculos con Rusia y China. Como parte de este acto de estabilidad, Belgrado, alardeando de su neutralidad, se ha torpe a ser parte de las sanciones occidentales impuestas a Rusia por su invasión a gran escalera de Ucrania.

Los políticos serbios comenzaron recientemente a deliberar sobre un plan de ley que establecería un registro de “agentes extranjeros”, con el objetivo de regular a las organizaciones que reciben la fracción de sus fondos del extranjero. La aprobación de una fuero similar en Rusia provocó una represión de la sociedad civil y una reducción de la liberación de expresión.

Los críticos de Vučić, quien se unió al Partido Radical de extrema derecha cuando era novicio y ahora es parte del gobernador Partido Progresista Serbio, dicen que el país se ha vuelto cada vez más déspota bajo su dirección. Se convirtió en primer ministro en 2014 y presidente en 2017.

Los derechos políticos y las libertades civiles se han “erosionado constantemente” en los últimos primaveras, según la ONG Freedom House, con sede en Estados Unidos.

Fuentes adicionales • AP

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