La asociación estatal del partido en Sajonia está oficialmente clasificada como estructura de “extremista derecha”. ¿Podría el AfD enfrentarse pronto a una prohibición doméstico?
Con las elecciones federales a la reverso de la cúspide, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) sufrió un duro conmoción a posteriori de que un tribunal dictaminara que su filial en Sajonia ahora puede ser clasificada como una extrema derecha estructura. La parte no tiene procedimiento para apelar la sentencia.
Su estructura jovial “Alternativa Junge”, que recientemente se separó del AfD en caudillo, ya habían recibido la misma clasificación.
El tribunal justificó su valentía afirmando que varias posiciones partidistas contradecían el orden demócrata sustancial de Alemania. En particular, su postura sobre la política migratoria fue señalada como incompatible con el respeto a la dignidad humana establecido en la Constitución alemana.
El parecer de Sajonia se produce no sólo en medio de la campaña para las elecciones del Bundestag el 23 de febrero, sino además en medio de una discusión doméstico sobre la posible prohibición del AfD en todo el país, un asunto que el Bundestag podría retornar a atracar tan pronto como la próxima semana.
“El debate en Alemania es único”, dijo a Euronews el profesor Hajo Funke de la Universidad Vacancia de Berlín. “La tradición que tenemos es que no queremos retornar al peligro de la extrema derecha. Tenemos el ejemplo del nazismo (es afirmar, el nazismo) como advertencia”.
Sin incautación, se muestra escéptico sobre una prohibición total de partidos en este momento.
“La atención debe centrarse ahora en tachar la atención del manifiesto sobre la orientación antidemocrática del partido. Hay que tener cuidado de que una prohibición no genere un mártir”, explicó el profesor Funke.
El factótum electoral
El autor y avezado en extrema derecha Andreas Speit tiene una opinión diferente.
“El liderazgo doméstico de AfD es tan radical como las asociaciones estatales de Sajonia o Turingia”, afirma, señalando que para partidos como AfD, presentarse como víctimas es parte de la novelística.
“Una prohibición sería principalmente una señal política para que la sociedad en su conjunto diga: hasta aquí y no más, y para eliminar el ámbito judicial del partido”, dijo Speit a Euronews.
Sin incautación, es muy poco probable que se inicie una prohibición contra todo el partido antiguamente de las elecciones al Bundestag. El canciller federal Olaf Scholz y el líder del reunión parlamentario de centroderecha de la concurso, la CDU, Friedrich Merz, entre otros, se han pronunciado recientemente en contra, y los obstáculos legales que se interponen en el camino de una prohibición total son altos.
Respecto a las próximas elecciones, Speit afirmó que el AfD se centra principalmente en un posible realineamiento de la derecha alemana.
“Por el momento, el principal oponente de AfD es la CDU de Merz. La logística a extenso plazo es dividir el campo conservador para luego apañarse la cooperación con los conservadores menos moderados en elecciones posteriores, según ellos”, explicó Speit.
Una pregunta es crucial para una posible prohibición de AfD a nivel doméstico. “¿Dónde están las fronteras sociales? ¿Qué se le puede permitir a un partido hacer y qué no?” -Preguntó Speit.