Los habitantes de Budapest han rechazado Airbnb y otras plataformas de locación vacacional similares en sus barrios. La atrevimiento de expulsar a los alojamientos turísticos de corta estancia sigue las mismas pautas adoptadas por los ayuntamientos de Barcelona, Madrid, Praga y Atenas.
En el caso de la renta húngara, sin requisa, fueron los propios habitantes los que exigieron una votación específica para hacerlo. Los habitantes del judería histórico de Terézváros (ciudad de Theresa), que es un conocido centro de gran actividad gastronómica y vibrátil vida nocturna y que alberga la icónica “Plaza de los Héroes”, están hartos del exceso de turismo y se han sumado a la reacción en toda Europa contra la conversión de sus calles en un centro turístico.
Cerca de de 6.000 habitantes de Terézváros acudieron a elegir en el referéndum, y poco más del 50 por ciento estuvo a crédito de recuperar sus calles.
El número de alquileres vacacionales de corta duración crece demasiado rápido
Budapest cuenta con aproximadamente 15.000 viviendas de locación temporal, pero la guarismo crece demasiado rápido para el sabor de los residentes locales. El referéndum de Terézváros es un hito, ya que es la primera vez que los residentes de la ciudad votan directamente para eliminar una opción de alojamiento turístico específica.
Algunos ayuntamientos europeos, como Barcelona, Florencia, Lisboa y Praga, han acogido medidas que incluyen acotar el número de licencias para alquileres vacacionales y prohibir por completo esta destreza en las zonas históricas de sus ciudades. Sin requisa, el referéndum de Terézváros es inusual porque la iniciativa surgió de un movimiento de colchoneta de la población recinto.
La votación concluyó el lunes 16 de septiembre y se dilación que se firme una estatuto recinto que prohíba por completo los alquileres vacacionales a corto plazo a partir de enero de 2025.
El centro de Atenas ya ha dejado de conceder nuevas licencias para alquileres vacacionales, y ciudades y pueblos turísticos populares de toda Europa amenazan con frenar el engendro con sus propias medidas para la temporada turística de 2025.