¿El BCE volverá a recortar los tipos de interés en octubre? Los analistas opinan

Los analistas están divididos sobre si el BCE volverá a recortar los tipos en octubre, y algunos esperan una pausa hasta diciembre. Los factores esencia son las presiones salariales, los datos de inflación y los precios del petróleo. La mayoría coincide en una flexibilización escalonado, con más recortaduras probablemente en 2025.

El Costado Central Europeo (BCE) aplicó el jueves un recortadura de tipos ampliamente esperado, bajando su tipo de depósito esencia en 25 puntos básicos a 3,5% y marcando la segunda reducción en el ciclo coetáneo, tras una medida similar en junio.

Esta osadía, que fue generalizado entre los miembros del Consejo de Gobierno, supone “un paso más en la moderación del porción de restricción de la política monetaria”, según el comunicado oficial del BCE.

Como las perspectivas económicas no han cambiado respecto de las previsiones de junio, la atención se centra ahora en la próxima reunión del BCE del 17 de octubre, y aumentan las especulaciones sobre si habrá un nuevo recortadura de tipos sobre la mesa.

Los analistas de las principales instituciones financieras ofrecen sus perspectivas sobre el probable camino a seguir.

El BCE anunció su recortadura de tasas en septiembre: ¿qué sigue ahora?

Bill Diviney, director de investigación macroeconómica de ABN Amro

Diviney observa que el BCE mantiene abiertas sus opciones respecto a otro recortadura de tasas en octubre.

Señala que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, no dio ninguna indicación clara sobre los movimientos futuros durante la flamante conferencia de prensa, lo que contrasta con reuniones anteriores en las que minimizó la probabilidad de decisiones inminentes. Esto, sugiere, deja la puerta abierta para nuevos recortaduras.

Encima, el economista subraya que varios informes económicos próximos, como los datos de inflación de septiembre y los PMI de la eurozona, podrían influir en la próxima osadía del BCE. Igualmente subraya que “los precios del petróleo son significativamente más bajos de lo que se suponía en las proyecciones de septiembre”, lo que podría soportar a una previsión de inflación más descenso y respaldar una postura más moderada.

Diviney calma “recortaduras adicionales de 25 puntos básicos en cada una de las reuniones de octubre y diciembre”, si los datos se alinean con estas expectativas.

Carsten Brzeski, director universal de macroeconomía del Camarilla ING

Brzeski destaca que el BCE recurre a un enfoque reunión por reunión, en el que las decisiones dependen en gran medida de los datos. Sugiere que es poco probable que el próximo recortadura se produzca en octubre y, en cambio, “parece probable que se produzca en diciembre”.

Brzeski igualmente señala que, a pesar de la posibilidad de “ciertas dudas”, el BCE podría eventualmente hallarse obligado a adoptar recortaduras más agresivos, pero no antiguamente de 2025.

Añade que las negociaciones salariales en Alemania y las expectativas de aumento de los precios de traspaso indican que continúan las presiones inflacionarias, lo que hace poco probable que haya recortaduras agresivos de las tasas en el corto plazo.

Sostiene que el historial del asiento central en materia de predicción de la inflación en avance es congruo débil, por lo que será cauteloso antiguamente de implementar medidas más agresivas. En última instancia, cree que el BCE esperará hasta que las tendencias de inflación sean más claras antiguamente de comprometerse a un ritmo más rápido de recortaduras.

Roberto Coco, estratega superior de BBVA Madrid

Coco destaca la confianza de Lagarde en las previsiones de inflación del BCE, que proyectan que la inflación luces el objetivo del 2% a finales de 2025.

Esta perspectiva a desprendido plazo respalda nuevos recortaduras de tasas, pero no prevé una reducción rápida y mecánica en cada reunión.

En motivo de ello, el analista sugiere que el BCE podría adoptar un enfoque más flexible, con pausas en los recortaduras de tasas durante algunas reuniones.

Predice una “pausa moderada” en octubre, seguida de otro recortadura en diciembre. El estratega cree que, si correctamente es probable que haya más recortaduras, el BCE no necesariamente seguirá un camino rígido, lo que permitirá ajustes en función de la cambio de las condiciones económicas.

Rubén Segura-Cayuela, economista europeo del Bank of America

Segura-Cayuela sostiene que “el cinta para un recortadura en octubre está muy detención”, dada la desliz de señales claras del BCE sobre su próximo movimiento.

Señala que Lagarde tuvo cuidado de no proporcionar ninguna orientación concreta durante su flamante conferencia de prensa, reiterando que el flamante recortadura fue sólo un “paso” en un proceso más amplio.

Pese a ello, Segura-Cayuela calma que el BCE acelere su ciclo de recortaduras en algún momento, aunque no en el futuro inmediato.

Pronostica que para marzo de 2025, el BCE podría adoptar “un recortadura por reunión”, impulsado por la disminución de las presiones inflacionarias. Sin confiscación, advierte que el momento de esta velocidad es incierto y que la probabilidad de un recortadura en octubre parece descenso, a menos que haya un maltrato significativo en los datos económicos.

Sven Jari Stehn, economista de Goldman Sachs

Stehn sostiene que “un crecimiento moderado, un decano progreso en la inflación subyacente y un refrigeración del crecimiento salarial” probablemente conducirán a un tercer recortadura de tasas de 25 puntos básicos en diciembre.

Se calma que la reunión de diciembre incluya una reducción de las perspectivas de inflación, lo que reforzará la requisito de una continua flexibilización de la política monetaria.

De cara al futuro, el economista prevé recortaduras consecutivos en 2025, que llevarán los tipos a una tasa terminal del 2% en julio. Su visión coincide con un consenso más amplio de que el BCE seguirá recortando los tipos, aunque de forma escalonado, a medida que la inflación tienda a apearse y el crecimiento siga siendo modesto.

Octubre es una plazo difícil, diciembre es más probable

Si correctamente el BCE ha cubo otro paso en torno a la flexibilización de la política monetaria, la perspectiva de un recortadura adicional en la reunión de octubre sigue siendo incierta.

Los analistas están divididos; muchos consideran que diciembre es el punto más probable para el próximo movimiento, especialmente porque se calma que los pronósticos económicos actualizados muestren una inflación más descenso.

Factores esencia como las presiones salariales, los datos de inflación y el crecimiento influirán fuertemente en la toma de decisiones del BCE en los próximos meses.

Sin confiscación, la mayoría coincide en que, a pesar de un ritmo potencialmente más tranquilo en el corto plazo, el camino a desprendido plazo sigue siendo el de una flexibilización continua, con recortaduras más agresivos previstos hasta 2025.

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