Es lamentable que los dominicanos no pudieran presenciar ni siquiera parcialmente el eclipse solar debido a las condiciones meteorológicas desfavorables, con cielos nublados e incluso lluvias en muchas áreas del país. Aunque se esperaba que solo un 9% del fenómeno fuera visible desde la República Dominicana debido a su ubicación geográfica, la falta de visibilidad fue una decepción para quienes esperaban presenciar este evento astronómico.
Este eclipse solar fue particularmente especial, ya que marcó la primera vez en casi cien años que un eclipse total no se observaba en Nueva York. Los lugares privilegiados para presenciarlo fueron el norte del estado, incluyendo ciudades como Buffalo, Jamestown, Rochester y Niágara, cerca de las famosas cataratas del mismo nombre. La NASA estableció un puesto oficial de observación en esta área para permitir una visualización óptima del eclipse.