Trump y sus abogados pidieron repetidamente a Merchan y a otros tribunales que levantaran la orden de silencio, argumentando que violaba su derecho constitucional a la privilegio de expresión.
Un tribunal de apelaciones del estado de Nueva York ha denegado la solicitud del expresidente Donald Trump de insubordinar una orden de silencio impuesta en su caso de falsificación de registros comerciales, manteniendo la orden actual hasta la sentencia del expresidente.
El tribunal argumentó que la etapa de determinación de la sentencia es una parte fundamental del proceso penal y que la orden de silencio es necesaria para proteger a las personas implicadas de amenazas, intimidación o acoso. Los jueces escribieron que perdurar la orden de silencio estaba adentro de su autoridad hexaedro que hubo amenazas constantes a posteriori de que el grupo emitió un veredicto de culpabilidad.
“Contrariamente a las afirmaciones del peticionario, las presentaciones probatorias del Pueblo en examen a su moción en la Corte Suprema demuestran que las amenazas recibidas por el personal del Fiscal de Distrito a posteriori del veredicto del grupo continuaron representando una amenaza significativa e inminente”, escribieron los jueces en la orden, rechazando el argumento del abogado de Trump de que la conclusión del prudencia fue un cambio significativo en las circunstancias.
El árbitro Merchan eliminó partes de la orden de censura el 25 de junio y agregó que el resto expirará una vez que se dicte sentencia. El árbitro le dio privilegio a Trump para que comentara sobre los testigos y los jurados, pero mantuvo a los fiscales, al personal del tribunal y a las familias de los miembros del personal fuera de los límites hasta que se dicte sentencia.
El tribunal de apelaciones del estado de Nueva York declaró en su orden del 1 de agosto que consideraba legítimo la valentía de Merchan de perdurar partes de la orden vigentes.
“Hexaedro que la entusiasmo penal subyacente sigue irresoluto, el árbitro Merchan no actuó excediéndose en su facultad al perdurar las protecciones estrictamente definidas en el párrafo (b) de la orden de restricción”, escribieron.
Durante el prudencia, Merchan multó al expresidente con 10.000 dólares por lo que dijo eran violaciones de la orden de censura. Todavía le advirtió que podría tener que encarcelarlo si continuaba violando la orden.
Trump y sus abogados pidieron repetidamente a Merchan y a otros tribunales que levantaran la orden de silencio, argumentando que violaba su derecho constitucional a la privilegio de expresión.
Catherine Yang contribuyó a este noticia.