Europa se está quedando detrás en la pertenencias espacial y los estados miembros están pidiendo más inversión pública y privada para seguir siendo competitivos frente a los actores globales, pero aún quedan desafíos para el próximo mandato de la Comisión y el sector necesita primero una nueva organización para atraer inversores.
Tras una profunda transformación de la industria espacial durante la última decenio, el maniquí europeo, basado principalmente en el apoyo conocido, se ha vuelto obsoleto en una pertenencias emergente donde Estados Unidos, China e India están prosperando.
“Este maniquí ya no es adecuado para la pertenencias espacial competitiva y completo de hoy”, dice el postrero crónica de la UE sobre el mercado único, minucioso por el ex presidente italiano Enrico Letta.
La mayoría de los capital industriales se concentran ahora en unos pocos países y empresas con capacidad para construir, editar y tratar grandes sistemas espaciales, lo que obstaculiza el crecimiento y fragmenta el potencial de Europa en el mercado completo.
“Estamos muy por detrás de los demás y no deberíamos obligarse tanto tiempo a intentar imitar lo que ya hay en el mercado en términos de tecnologías”, dijo a Euronews Reinhilde Veugelers, investigadora principal del centro de estudios económicos Bruegel, con sede en Bruselas.
“Europa necesita comprobar de tener un sistema de innovación que funcione perfectamente, porque hay muchos inventos que no están sólo dedicados al espacio, sino que provienen de otras tecnologías”, añadió.
Según Letta, si Europa quiere competir y alcanzar una autonomía estratégica, necesita estimular la inyección de haber privado, introducir reglas comunes y equilibrar la distribución de fondos entre diferentes actividades espaciales y países.
‘Divide y vencerás’ no aplicable
Hasta ahora, la Agencia Espacial Europea (ESA), formada por la mayoría de los países de la UE más Canadá, Noruega, Suiza y el Reino Unido, ha funcionado según el principio de que cualquier inversión realizada por un miembro es correspondida proporcionalmente a través de contratos con sus autoridades nacionales. industria.
Un enfoque que ha funcionado perfectamente para la exploración espacial pero que puede no ser el mejor para el espacio comercial.
“Necesitamos los mejores resultados a dilatado plazo y quien pueda lograrlos debería obtenerlos”, argumenta Veugelers.
Si esto se hace a través de consorcios de varias empresas europeas de diferentes tamaños y experiencia, mucho mejor.
“Con nuestras adquisiciones, en Europa debemos evitar necesariamente matar en una supresión en la que cada uno de nosotros subvencione a sus propios jugadores”, afirma el investigador de Bruegel.
En emplazamiento de dividir los esfuerzos retirándose al nivel doméstico, un impulso conjunto podría ser una mejor forma de avanzar para la pertenencias espacial europea.
“(Para crecer), tal vez tengamos que pensar en modelos cooperativos y en el llamado sector de aventura compartido, que puede no ser tan rentable, pero permitiría a Europa tener su entrada independiente al espacio y ser competitiva fuera de Europa”, Xavier Llairó, cofundador de Pangea Aerospace, que desarrolla motores de cohetes, dijo a Euronews.
Acelera el colección
Para el director común de la ESA, Josef Aschbacher, trabajar en procedimientos de adquisición ágiles debería ser parte de la prescripción del éxito de Europa en los próximos abriles.
“Esto es poco que me preocupa, (el hecho) de que Europa no esté al mismo ritmo y bombeo a la hora de atraer financiación”, dijo Aschbacher a Euronews durante la flamante reunión de ministros espaciales en Bruselas.
La dietario de la ESA para 2025 refleja estas preocupaciones, con la comercialización y la entretenimiento de haber a la industria en lo más parada de la cinta.
“Para mí, se necesitan tres ingredientes para tener éxito: una buena idea, entrada al peculio y celeridad”, afirmó Aschbacher, añadiendo que Europa ya tiene las capacidades y el talento.
Sin confiscación, el sector ha sido tradicionalmente rebelde al aventura y no ha podido atraer instrumentos financieros.
“No queremos desplazar a los inversores privados. Nos gustaría impulsarlos cuando sea necesario”, afirma Helmut von Glasenapp, secretario común de la Asociación Europea de Inversores a Generoso Plazo (ELTI), que representa a inversores públicos como los nacionales. bancos de explicación promocional y otras instituciones financieras.
Pero, en común, sólo a unos pocos de estos inversores públicos sus accionistas les han pedido que incluyan en su mandato tanto la defensa como el espacio, o entreambos excluidos.
“Los gobiernos deben sostener lo que quieren y el segundo paso es quién debe hacerlo”, subrayó von Glasenapp.
Concéntrate en tus fortalezas
El entrada de Europa al espacio lo proporciona temporalmente SpaceX de Elon Musk, una de las empresas emergentes más rentables del mundo, que actualmente lidera el mercado mundial de servicios de tirada.
Actualmente, la compañía está discutiendo la cesión de acciones existentes en un acuerdo que podría valorarla en aproximadamente de 200 mil millones de dólares (€183.940 millones), según Bloomberg.
“Esta es una empresa que puede recibir entre uno y dos millones de euros al año de inversores privados, por lo que estamos hablando de una escalera diferente”, afirmó Llairó, subrayando que cree que Europa ya llega tarde a estos proyectos de longevo envergadura.
Pero como el espacio es un sector donde la tecnología está ligada a la rentabilidad, el sillar podría centrarse en desarrollar motores eficientes a un precio asequible y competitivo, afirma. Allí, la inversión pública podría apoyar el explicación del núcleo de los lanzadores, los motores, y luego la inversión privada podría ayudar a ampliar el resto.
El investigador de Bruegel todavía ve posibilidades en la fabricación espacial, donde las pequeñas y medianas empresas pueden desempeñar un papel secreto en las cadenas de suministro europeas e internacionales.
“Con poco de visión y el explicación de las herramientas adecuadas, creo que podemos retornar a la carrera completo”, pronostica Llairó.