De acuerdo con la Estructura Internacional del Trabajo (OIT), la informalidad gremial se ha convertido en un obstáculo significativo para el explicación social y financiero de los países Latinoamericanos.
Redacción Web/LN
Un flamante mensaje de la Estructura Internacional del Trabajo (OIT) destaca la intranquilizante situación gremial en América Latina, donde la informalidad gremial se ha convertido en un obstáculo significativo para el explicación social y financiero.
En países como Perú y Colombia, el índice de informalidad es el más parada de la región, afectando a cerca de la porción de los trabajadores y a la mayoría de las unidades económicas.
A pesar de este sombrío panorama, no todos los países latinoamericanos enfrentan la misma sinceridad. Pimiento y Uruguay, por ejemplo, han acabado persistir tasas de informalidad por debajo del 30%, lo que contrasta con la situación de sus vecinos. Este desbalance subraya la exigencia de políticas efectivas y adaptadas a las realidades locales para topar este engendro.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), para que Colombia logre un crecimiento sostenible y se recupere de la caída de los precios del petróleo en 2014, es crucial achicar la informalidad y mejorar su infraestructura.
“Las perspectivas de Colombia son favorables”, señala el mensaje, pero advierte que diversificar la pertenencias y cerrar la brecha de infraestructura son esenciales para el explicación. Encima, señala la OIT, el país debe enfocarse en disminuir las cifras de trabajo informal del país.
Finalmente, según lo establecido por la OIT, para obtener un crecimiento sostenible y achicar la informalidad, es imperativo que los países implementen políticas de explicación productivo, educación y formalización.
Con información de: Portafolio