Trump ha amenazado con imponer un tarifa del 25 por ciento a todas las importaciones procedentes de Canadá a menos que Ottawa haga más para animar la seguridad fronteriza.
Las autoridades canadienses están preparando un amplio conjunto de aranceles de represalia para imponer a Estados Unidos en caso de que el presidente electo Donald Trump cumpla su amenaza de imponer fuertes aranceles a la nación.
Los ministros del ministerio canadiense discutieron el 10 de enero cuál sería la mejor guisa de tomar represalias si la nueva agencia estadounidense impone aranceles a las importaciones procedentes de Canadá, dijo la Ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly.
En declaraciones a los periodistas el jueves, Joly además dijo que los canadienses deberían tomar en serio las amenazas de Trump y prepararse para la posibilidad de una crisis económica entre las dos naciones.
“Esto es poco que no sólo me preocupa mucho, sino que tenemos que estar extremadamente preparados porque la amenaza de aranceles es existente”, dijo Joly.
“Al mismo tiempo, no podemos morder el arponcillo y creo además que somos extremadamente fuertes como país. Creo que nuestra pertenencias es robusto, creo que nuestra gentío es robusto y creo que nunca daremos marcha detrás”, añadió.
Trump ha amenazado con imponer un tarifa del 25 por ciento a todas las importaciones procedentes de Canadá a menos que Ottawa haga más para animar la seguridad fronteriza.
Sin requisa, los gobiernos federal y provincial de Canadá han tomado medidas para animar la vigilancia fronteriza en un esfuerzo por evitar los aranceles.
Si Trump cumple con la amenaza, Ottawa está considerando imponer aranceles de represalia a la cerámica, los productos de arma blanca, la cristalería y los plásticos estadounidenses. Igualmente en la serie de objetivos de Canadá está el enjundia de naranja, que se elabora principalmente en Florida, el estado oriundo de Trump.
En una disputa comercial antecedente entre Estados Unidos y Canadá durante la primera agencia Trump, Ottawa impuso aranceles a una amplia tonalidad de productos estadounidenses, incluidos ketchup, bourbon y motocicletas, todo lo cual tenía como objetivo aumentar la presión sobre los trabajadores estadounidenses.
Muchos economistas creen que los aranceles propuestos por Trump impactarían negativamente en los mercados al aumentar los precios de los alimentos, la ropa, los automóviles, el vino y otros riqueza.
Más del 65 por ciento de las importaciones de petróleo crudo de Estados Unidos y el 80 por ciento de sus importaciones de electricidad provienen de Canadá.
Hablando a principios de semana en un evento organizado por la Cámara de Comercio de Halifax, el primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo que una batalla arancelaria entre las dos naciones sería “devastadora” para los trabajadores de uno y otro países.
“Trump fue escogido con el compromiso de hacer la vida mejor y más asequible para los estadounidenses, y creo que la gentío al sur de la frontera está empezando a darse cuenta de la sinceridad de que los aranceles sobre todo lo procedente de Canadá encarecerían mucho la vida”, dijo Trudeau. dicho.
Trudeau se está preparando para renunciar a su cargo luego de meses de luchas internas en su Partido Progresista, incluidas las protestas por su patente voluntad de aplacar las demandas de Trump. Su sustituto será escogido en marzo.
Reuters contribuyó a este documentación.