Han pasado 27 primaveras desde la crimen de Diana, Princesa de Gales. Una fatídica mañana de agosto de 1997 nos despertamos con la información de que Diana había muerto. Fue un momento que marcaría un hito en la historia, un momento en el que todos podrían preguntar más tarde “¿dónde estabas cuando escuchaste que Diana había muerto?”.
Todo el mundo que tiene existencia suficiente recuerda dónde estaba. Rememoración calles tranquilas y solemnes en mi ciudad nativo, nadie se detenía para charlar con un amigo, no se oían las típicas bocinas impacientes de los coches y nadie se reía fuera del pub. Era más perfectamente por respeto a los demás y a lo que pudieran estar sintiendo.
Todos conmovidos por la información de la princesa del pueblo.
Se desató una ola de dolor franquista (e internacional) sin precedentes en la historia moderna. No importaba quién fueras ni cuáles fueran tus opiniones políticas sobre la clan positivo: todos se conmovieron con la información de que la “princesa del pueblo”, un icono de la época, un punto de relato de la época, había desaparecido de repente.
Diana murió hace 27 primaveras, a los 36, el 31 de agosto de 1997, a causa de las heridas sufridas en un casualidad de coche en París, en el que igualmente murieron su compañero Dodi Fayed y el conductor Henri Paul. Aproximadamente una decenio posteriormente, un comisión atribuyó su crimen a la conducción imprudente tanto de su chófer como de los paparazzi que los perseguían.
Diana cambió el papel de celebridad
La “princesa del pueblo” no sólo era querida por el divulgado, sino que igualmente reflejaba por completo cómo la clan percibía el papel de la celebridad. “En el siglo XXI damos por sentado que los famosos igualmente serán enviados especiales de la ONU o que utilizarán su privilegio para hacer el perfectamente”, según la periodista británica Bidisha Mamata. “La princesa Diana inventó la idea de la persona famosa que hace el perfectamente, y era extremadamente radical”. Diana utilizó su auge para citar la atención sobre una serie de cuestiones humanitarias y causas filantrópicas, y en un momento regalado estuvo vinculada a más de 100 organizaciones benéficas.
Como ningún otro acontecimiento de los últimos 50 primaveras, todos recordamos dónde estábamos y cómo nos sentíamos el 31 de agosto de 1997. ¿Y tú? ¿Dónde estabas cuando te enteraste de la crimen de Diana? ¿Cómo te sentiste? Nos encantaría conocer tus memorias en los comentarios a continuación.