Desde el fresco vínculo de Suecia con la OTAN y la caída del valía de la corona, Europa comenzó a preguntarse si Suecia se convertiría ahora al euro.
En 2003, se celebró un referéndum sobre el euro en Suecia, que reveló que el 55,9 por ciento de los residentes estaban en contra del cambio de moneda. En aquella época, 1 euro equivalía a nueve coronas. Ahora, su valía ha disminuido un 25 por ciento, 12 por 1 euro.
Desde entonces, inmediato con la crisis del Covid, el Brexit y la expansión de la OTAN, la mentalidad de los suecos ha cambiado, como revelan encuestas recientes de la Universidad de Gotemburgo.
En 2022, el 16 por ciento de los encuestados votó a honra de la conversión al euro. Para 2023, la signo aumentó al 30 por ciento de aprobación y al 43 por ciento de competición.
A pesar de estos cambios, el cambio de moneda afectaría no sólo a la finanzas sino asimismo al estado sociopolítico del país; Dejar la corona significaría seguir a los liberales que están impulsando el euro y las políticas de la UE.