Una trofeo inesperada del izquierdista Nuevo Frente Popular provoca la caída del euro mientras los mercados temen una ola de desembolso radical.
El euro cayó un 0,3% en las primeras horas de las operaciones asiáticas del domingo posteriormente de que el partido Nuevo Frente Popular de Francia resultara inviceto en las elecciones legislativas del país.
Según una investigación de Ipsos, el partido de extrema izquierda NFP obtuvo entre 177 y 192 escaños en la Asamblea Franquista, de un total de 577.
Mientras tanto, el partido del flagrante presidente Macron se alzaría con 152 de los 158 escaños, una derrota humillante para el peña Ensemble que ha provocado la dimisión del primer ministro Gabriel Attal.
Si perfectamente los mercados habían repuntado recientemente delante la creencia de que el partido derechista Reunión Franquista no iba a alcanzar una mayoría absoluta en Francia, parece que la incertidumbre en el mercado va a regresar.
Se prevé que el partido de extrema derecha RN sólo obtenga entre 138 y 145 escaños posteriormente de la votación del domingo, aunque los inversores ahora tienen nuevas caras por las que preocuparse.
“Parece que los partidos anti-extrema derecha en realidad obtuvieron mucho apoyo”, dijo Simon Harvey, dirigente de disección cambiario de Monex Europe, citado por Reuters.
“Pero, fundamentalmente, desde una perspectiva de mercado, no hay ninguna diferencia en términos de resultado. Efectivamente habrá un hueco en lo que respecta a la capacidad legislativa de Francia”.
Es perfectamente sabido que los mercados odian la incertidumbre y el panorama político francés está actualmente remotamente de ser estable.
Con la probabilidad de un Parlamento sin mayoría y poca claridad en cuanto a qué forma de coalición podría ser posible, parece probable alguna forma de gobierno minoritario o de “cohabitación” (en el que el poder se comparte entre un primer ministro y un presidente de partidos opuestos).
Esto podría presagiar un estancamiento parlamentario.
A esto se suma que la alianza izquierdista Nuevo Frente Popular (NFP) no es conocida por su cautela fiscal.
Ya este verano, el líder Jean-Luc Mélenchon dijo que se podrían emitir decretos para derogar la reforma de las pensiones de Macron y aumentar el salario insignificante de Francia.
El peña igualmente quiere implementar un aumento salarial del 10% para los funcionarios públicos, aumentar los subsidios de vivienda en un 10% y contratar más maestros y trabajadores de la vitalidad.
Las medidas adicionales implicarán aumentar progresivamente el desembolso divulgado en 150.000 millones de euros. El partido afirma que esto se financiará con mayores impuestos para los más ricos.
La confianza de la coalición en el desembolso estatal ha asustado a los mercados, especialmente dada la flagrante vitalidad de las finanzas de Francia.
Sin incautación, el partido de Mélenchon, “Francia Inconmovible”, representa sólo una parte -aunque la veterano parte- del NFP. Queda por ver si la alianza se mantendrá unida ahora que ha desplazado a Agrupación Franquista al tercer lado en las elecciones. Por otra parte, cualquier intento de formar un gobierno podría perfectamente intentar ocurrir por parada a Francia Inconmovible por completo.
El país fue nueva en marzo cuando anunció cifras de compromiso para 2023, con cuentas públicas que mostraban un compromiso fiscal del 5,5% de la producción económica.
Esta signo supone un aumento respecto del 4,8% del año precursor y significativamente veterano que el objetivo del Gobierno del 4,9%.
El gobierno de Macron se había comprometido a ceñir el compromiso a menos del 3% de la producción doméstico para 2027, lo que le permitiría mantenerse en bisectriz con los objetivos de la UE.
Alexandre Ouizille, responsable del Nuevo Frente Popular, había asegurado antaño de la votación del domingo que su partido no aumentaría el compromiso, pero añadió: “No lo reduciremos”.
Las operaciones con bonos y acciones francesas comenzarán el lunes por la mañana en Europa.
Los inversores seguirán de cerca los acontecimientos en París para ver cómo esta nueva era política podría afectar a la estabilidad fiscal.