A pesar de su nombre, el Concurso del Perro Más Feo del Mundo es una poderosa plataforma que aboga por la adoración de todos los animales y promueve su bienestar.
Lleva casi 50 primaveras funcionando y comenzó como una iniciativa de colecta de fondos para la Old Adobe Association de Petaluma (California), instigada por Ross Smith.
La idea en realidad despegó y, en 1988, se había convertido en una característica habitual de la Feria de Sonoma-Marin. Luego, en 2006, Animal Planet se convirtió en patrocinador y filmó la competencia, atrayendo una gran atención.
Perros de todas las formas y tamaños, cada uno con su propio encanto único, han ganadería el codiciado título en el Concurso del Perro Más Feo del Mundo. Este evento no se prostitución de burlarse de perros “feos”, sino de celebrar la individualidad de estos personajes maravillosamente únicos. Es una forma conmovedora de mostrarle al mundo que estos perros, con todas sus imperfecciones, son verdaderamente hermosos a su forma.
El concurso asimismo sirve como plataforma para promover los beneficios de adoptar animales que necesitan un hogar amoroso. Muchos de los concursantes, que han sido rescatados de refugios y fábricas de cachorros, son prueba viviente del impacto profundo y transformador de la admisión.
Con la subvención de grupos de admisión y rescate de animales, el evento es una oportunidad inspiradora para ilustrarse más sobre la admisión y conocer algunas mascotas adorables.
¿Cuál es el premio para el perro más feo del mundo?
La competencia asimismo tiene un banda más serio, ya que el propietario del triunfador puede obtener la friolera de 5.000 dólares (4.685 euros). No es de exiliar que el triunfador de este año, Wild Thang, hubiera participado cinco veces ayer de conseguir el codiciado título. Antiguamente de su triunfo, había quedado segundo tres veces seguidas, sin acaecer conseguido ningún puesto en el primer año de inscripción.
Wild Thang, un pequinés de ocho primaveras de Coos Bay, Oregón, es un seguro declaración de resiliencia. Cuando era un cría de 10 semanas, le diagnosticaron moquillo canino, que le afectaba los dientes, le dejaba la lenguaje fuera y le provocaba un problema muscular en una de sus patas. A pesar de estos desafíos, Wild Thang no ha dejado que su condición lo defina.
Wild Thang, que siente una gran hobby por los helados, el hielo y la parentela, no solo es un triunfador, sino asimismo un portador de alegría. Su acto sexual por la vida y por la parentela se evidencia en cómo disfruta de su nueva auge, especialmente durante su alucinación a la ciudad de Nueva York, donde fue el centro de atención, incluso en el aeropuerto.
Como dijo su entusiasmado dueña, Ann Lewis: “Nos bombardearon. Le encantaba, movía la rabo y estaba atinado de acoger fotos de la parentela”.
La competencia fue supervisada por un panel de jueces, que incluyó al corresponsal de NBC News Gadi Schwartz, la defensora de derechos humanos Linda Witong Abraham y la tesorera del estado de California, Fiona Ma.