Ventas de útiles escolares no ‘convencieron’ a comerciantes

Comerciantes neivanos pasaron ‘al tablero’ para exponer el movimiento del inicio de la temporada escolar. El resultado demuestra que, aunque estaban preparados con complejidad de avíos, algunos “reprobaron” por la disminución en las ventas. En contraste, para otros, las mismas tuvieron un repunte.

Johan Eduardo Rojas López
Johan.rojas@lanacion.com.co

Con el regreso a clase de las instituciones educativas públicas en enero y privadas en febrero, esta semana se dio por terminada la temporada de gastos direccionados a la comercialización de avíos escolares necesarios para acelerar el calendario 2025. Las expectativas para el sector comercio se mantuvieron hasta el zaguero día, pero desafortunadamente la calificación para algunos fue insuficiente.

Silvia Cristina Cuéllar Quiroga, directora ejecutiva de la seccional Huila de la Unión Doméstico de Comerciantes (Fenalco), mencionó que el 40% de los comerciantes agrupados indicó que las ventas bajaron un 40% en comparación con el mismo periodo de la vigencia antecedente.

El otro 40% manifestó que las ventas aumentaron entre un 10% y un 30%. Y solamente un 20% expresó que las ventas estuvieron por encima del 50%. “Adicional a esto, los precios de los productos de la temporada, con respecto al año antecedente, se mantuvieron iguales”, sostuvo Cuéllar Quiroga.

La líder corporativo agregó que esta temporada escolar concentra cerca del 60% de las ventas anuales para este sector de la caudal y genera rodeando de 2.000 empleos en Neiva.

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Una temporada poco rentable

“Las ventas durante la temporada escolar estuvieron suaves; no fue tan rentable como otros abriles”, expuso de entrada Martha Celia García, propietaria de la cacharrería Nuevo Horizonte, en diálogo con LA NACIÓN.

Según la comerciante, esa descenso rentabilidad obedece a la competitividad generada por la comprensión de nuevos negocios de la misma índole, por otra parte de que los colegios redujeron sus listas o, en su defecto, las familias prefirieron moderarse en el consumición, intentando reutilizar lo que más se pudiera. Lo que más se vendió fueron escuadras, reglas y lapiceros, así como cuadernos, pero solo de la lista económica ($1.800 – $2.000), pues los más costosos ($12.000 – $15.000) los tuvo que devolver. Por su parte, los colores, carpetas, cintas y crayolas no se vendieron tanto.

García afirmó: “Me tocó devolver mercancía que no rotó. Las ventas disminuyeron, de acuerdo al movimiento que realicé, más o menos un 50% comparado con el año pasado, aunque incluso hay que tener en cuenta que mucha masa compró desde diciembre, pero ahí nosotros no estábamos preparados porque teníamos era juguetería. Adicionalmente, compraron en ferias escolares, no con nosotros. Los colegios están vendiendo el kit escolar o se aliaron con las grandes papelerías, a mí me lo dijeron aquí. Es difícil competir con grandes empresas o papelerías, y me han donado ganas de cerrar, la verdad, porque cada año está peor”.

Trascendente disminución

Diana Marcela Mateus, administradora de La Cúspide del Bolsa Bonito, por esa misma lista, indicó que las ventas “estuvieron flojas” en comparación con abriles anteriores. En su caso, las ventas incluso disminuyeron cerca de un 50%. Para ella, esta situación tiene relación directa con la defección estudiantil y la “crítica” situación económica del país.

“Las loncheras casi no se están vendiendo porque con la implementación del restaurante escolar, más de un crío ya no lleva onces o muchos deciden echarlas internamente del mismo bolsa para eludir plata”, detalló.

Para María Lucía Prada, administradora de la Papelería y Piñatería Botero, la temporada fue compleja, especialmente de lunes a viernes, siendo los fines de semana más rentables. Allí, las ventas decrecieron un 35%.

Anotó que hay muchos padres de comunidad que “no le llevan la idea a sus hijos porque cuando los traen, ellos escogen lo mejor, pero como la caudal está difícil, les piden cambiar por cosas más económicas. Muchas listas pedían como 6 cuadernos, mientras que antaño eran como 16. No sé si era que ya tenían algunos en casa o qué pasaba”.

Temporada pasó ‘sin pena ni goce’

A renglón seguido, Luis Rodríguez, propietario de Yhony Luar’s, dijo que nunca hubo temporada escolar en la ciudad para los pequeños y medianos comerciantes. “La disminución en ventas fue del 40%”, sostuvo.

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Pesquisa franquista

Según una indagación realizada por Fenalco, con corte al 31 de enero de 2025, a nivel franquista los cuadernos y libretas fueron los productos que longevo demanda tuvieron con un (23%), seguidos por lápices y bolígrafos (21%), uniformes escolares o calzado (19%), avíos de arte (15%) y mochilas y estuches (8%). En contraste, los artículos tecnológicos fueron los menos vendidos representando un (3%), al igual que las calculadoras y material de geometría (4%).

Para ello, el 35% de los padres de comunidad o cuidadores habrían utilizado entre $300 mil y $500 mil; el 29%, más de $700 mil; el 19%, entre $500 mil y $700 mil; y el 17%, hasta $300 mil. Ese valencia, muchas veces, sin contar los libros, que en un 22% son incluidos en la matrícula y en un 78% no.

La indagación incluso refleja que lo primero que los ciudadanos tuvieron en cuenta a la hora de realizar las compras fueron: precios bajos (29%), promociones y descuentos (25%), variedad de productos (23%), calidad de los productos (19%) y facilidad de suscripción (5%).

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