La dispositivo ha sufrido condiciones económicas difíciles, una feroz competencia de los fabricantes asiáticos y una presión para descarbonizar.
Thyssenkrupp ha rebajado el valía de su negocio siderúrgico en otros 1.000 millones de euros, culpando a las débiles expectativas de ganancias y al costoso proceso de volverse ecológico.
La empresa industrial alemana anunció una pérdida neta anual de 1.400 millones de euros, atribuible principalmente a la amortización, que fue inferior a la pérdida de 2.000 millones de euros del año pasado.
La devaluación marca el segundo menoscabo de activos del conglomerado en dos primaveras, luego de que su dispositivo de arma blanca perdiera 2.100 millones de euros en valía en noviembre pasado.
“Con respecto a nuestras principales cuestiones estratégicas, el coetáneo año fiscal será un año de decisiones, especialmente para Steel Europe y Marine Systems”, dijo el martes el director caudillo Miguel López en un comunicado.
Thyssenkrupp mantiene conversaciones con el multimillonario checo Daniel Křetínský, propietario del 20% de la división siderúrgica de la empresa. Queda por ver si esta décimo aumentará en un 30%.
El viejo fabricante de arma blanca de Alemania ha estado luchando durante primaveras adecuado a los mayores costos de la energía, la competencia de rivales asiáticos más baratos y la presión para volverse ecológico.
La descarbonización requiere una inversión significativa y el precio de esta transición ha provocado desacuerdos internos.
Bernhard Osburg, director caudillo de la dispositivo siderúrgica de Thyssenkrupp, decidió desistir la empresa a principios de este año, próximo con Sigmar Gabriel, cabecilla del consejo de supervisión.
Otros dos ejecutivos de la dispositivo siderúrgica y tres miembros del consejo de supervisión todavía dimitieron.
Detrás de las sorpresivas panorama estuvieron los desacuerdos sobre la reestructuración, la transición verde y las negociaciones de adquisición con Křetínský.
Una preocupación es que la dispositivo siderúrgica se escinda de la empresa principal sin bienes suficientes.
“El temor es que nos den la pequeño dote posible, de modo que al final el administrador concursal esté en nuestra puerta”, afirmó Ali Güzel, presidente del comité de empresa de ThyssenKrupp Duisburg/Beeckerwerth. en agosto.
A la luz de las difíciles condiciones económicas, Thyssenkrupp todavía está intentando entregar su filial de submarinos, Thyssenkrupp Marine Systems.
Posteriormente de que el orden de caudal privado estadounidense Carlyle retirara su ofrecimiento por la dispositivo el mes pasado, Thyssenkrupp está planeando una ofrecimiento pública auténtico (IPO) para la división de la dispositivo de construcción naval.
La revelación de resultados del martes fue en gran medida decepcionante, aunque hubo algunos indicadores más brillantes para la empresa.
Se prevé que el EBIT conveniente (beneficio antaño de intereses e impuestos) esté entre 600 y 1.000 millones de euros este año, frente a los 567 millones de euros registrados el año pasado.
Las acciones de Thyssenkrupp subieron en torno a de un 6% el martes por la mañana en las operaciones diarias.