La primera ministra italiana aún no ha pedido a Sangiuliano que dimita, pero ha dicho que hay una investigación en curso.
Tras las revelaciones de su romance con una influencer de las redes sociales a quien nominó para un puesto de asesor principal, el ministro de Civilización italiano, Gennaro Sangiuliano, se disculpó con su esposa y con la primera ministra, Giorgia Meloni, por la vergüenza que causó.
En una entrevista con la radiodifusión pública RAI el miércoles, Sangiuliano dijo que había ofrecido su renuncia pero Meloni la rechazó.
“Le aseguré con pruebas documentales que se proxenetismo de un chisme”, explicó.
“La primera ministra me dijo que siguiera delante y aclarara inmediatamente la verdad. Me dijo: ‘sé siempre sincero y di siempre la verdad'”.
Sangiuliano, un político casado de 62 abriles, admitió activo estado con la influencer de las redes sociales Maria Rosaria Boccia, de 41 abriles, a quien nominó para un puesto de asesora principal, pero enfatizó que el papel de Boccia como asesora para eventos importantes nunca se concretó y desde entonces fue revocado correcto a su relación.
Además insistió en que en este asunto no se gastó ni un euro del contribuyente italiano ni circuló ningún documento confidencial o clasificado sobre actividades sensibles, afirmando que tiene pruebas para apoyar sus afirmaciones.
Una cinta de disculpas
Cuando el periodista de la RAI que le entrevistaba le preguntó si quería pedir disculpas y delante quién, Sangiuliano respondió con una cinta:
“Mira, la primera persona a la que tengo que pedir perdón, porque es una persona singular, es a mi mujer (la periodista Federica Corsini). Luego pido perdón a Giorgia Meloni, que confió en mí, por la vergüenza que le causé a ella y, obviamente, al gobierno”, añadió.
“Pido disculpas todavía a mis colaboradores que, indebidamente, aunque no hayan hecho cero, se encuentran involucrados en este asunto”.
Meloni aún no ha pedido a Sangiuliano que renuncie, pero ha dicho que hay una investigación en curso.