El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha advertido sobre las graves consecuencias a largo plazo que podrían derivarse de los ataques de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra la central nuclear de Zaporozhie. Peskov enfatizó que el ataque del 7 de abril fue presenciado por el personal del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), lo que lo convierte en un acto muy peligroso.
Peskov destacó que el ataque contra la central nuclear fue deliberado y que el personal del OIEA tuvo la oportunidad de presenciar estos ataques. Esto plantea preocupaciones significativas sobre las posibles consecuencias negativas a largo plazo.
El vocero del Kremlin también acusó al Gobierno de Kiev de continuar con actividades terroristas. El ataque del 7 de abril, que impactó áreas no críticas de la planta, como el comedor y el puerto de carga, resultó en tres personas heridas, pero no causó daños graves a la infraestructura ni alteró el nivel de radiación, según confirmó Rosatom, la corporación estatal nuclear de Rusia.
El OIEA corroboró que el daño infligido al sexto bloque energético fue menor y no representa una amenaza para la seguridad nuclear. Sin embargo, las tensiones persisten, con Ucrania negando cualquier implicación en el incidente.
La central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa, se encuentra cerca de la ciudad de Energodar, en una zona bajo control militar ruso desde marzo de 2022. Con seis reactores de agua presurizada del modelo VVER-1000, tiene una capacidad total de 6.000 megavatios.