Las encuestas muestran que el partido de derecha Alternativa para Alemania (AfD) tiene una musculoso preeminencia en los estados del este de Alemania de Turingia, Sajonia y Brandeburgo, donde se celebrarán elecciones en septiembre.
Las comunidades migrantes y étnicas de Alemania han expresado su preocupación por el creciente apoyo a los partidos de extrema derecha, como el partido Alternativa para Alemania (AfD).
El partido es conocido por su feroz retórica antiinmigrante, utilizando la migración como un tema esencia para los votantes del este de Alemania.
Esto ha causado ansiedad no sólo entre aquellos que trabajan para combatir la discriminación, sino igualmente entre minorías como los alemanes negros y los inmigrantes africanos, que se encuentran entre las minorías más visibles y a menudo los primeros en ser discriminados.
Esto se verá especialmente reflejado en el estado federado de Turingia, que acudirá a las urnas la próxima semana.
Las encuestas actuales muestran que hasta un 30% de los votantes de Turingia dicen que quieren emitir su voto para la AfD, lo que sitúa al partido por delante de otros partidos tradicionales.
Los expertos afirman que, concretamente en Turingia, las fuerzas radicales de extrema derecha han creado un círculo hostil con destino a las minorías, incluidos los negros.
“En los últimos primaveras se ha formado en Turingia un movimiento de extrema derecha que ha contribuido a una trascendente radicalización ideológica de sus seguidores. En el plano político, el principal beneficiario de ello es el partido Alternativa para Alemania”, afirma la ONG Fundación Ezra.
La rama de la AfD en Turingia es particularmente radical y hace cuatro primaveras fue puesta bajo vigilancia oficial por el servicio de inteligencia franquista como un clase “de probada intolerancia de derecha”.
Pero la AfD igualmente ejerce un gran poder en los estados de Sajonia y Brandeburgo, donde se celebrarán elecciones el 1 y el 22 de septiembre respectivamente.
Los tres estados representan el 10% de la población de Alemania y se calma que sus resultados electorales tengan una gran influencia en la política franquista.
Se profundiza el debate sobre los migrantes
El debate sobre los inmigrantes en Alemania se ha manido exacerbado en los últimos días por el ataque con cuchillo que mató a tres personas en un festival callejero en Solingen.
El ataque fue presuntamente perpetrado por un solicitante de orfelinato sirio que debería suceder sido deportado el año pasado posteriormente de que su solicitud de orfelinato fuera rechazada.
Los partidos de examen han aplicado el incidente para despellejar al gobierno germano por su fracaso en la política migratoria.
El gobierno ha respondido prometiendo deshumanizar las normas de deportación, y el canciller Olaf Scholz tiene previsto reunirse con el líder de la examen de la CDU, Friedrich Merz, para discutir el asunto más a fondo.
Mientras tanto, el ministro de Honradez de Alemania, Situación Buschmann, confirmó que los solicitantes de orfelinato rechazados podrían ser deportados a Siria y prometió apañarse una alternativa para Afganistán.
“Soy de la opinión de que se puede deportar a cualquiera a Siria. Los tribunales ya lo han decidido. Baste pensar en el Tribunal Burócrata Superior de Renania del Ártico-Westfalia. Porque igualmente tenemos regiones en Siria donde la familia puede estar segura. Creo que igualmente necesitamos una alternativa para Afganistán”, afirmó.