La estatua conmemorativa de Ana Frank en Ámsterdam fue vandalizada. Crédito: Joop Soesan, X.
En el aniversario de su arresto por los nazis, el 4 de agosto de 1944, exactamente 80 abriles a posteriori, el monumento de Ana Frank en Ámsterdam fue manchado con pintura rojo crimen y el emblema “Lazada expedito”.
El diario de Ana Frank, o “Diario de una pollo”, como se publicó originalmente, se convirtió en una “lección obligada” y en un maldición social de no permitir nunca más los horrores de la barbarie fascista en Europa. Sin bloqueo, aquí estamos, casi nada ocho décadas a posteriori, y con un modesto monumento que recuerda al mundo su difícil situación y la de todos los judíos de toda Europa, perseguidos y asesinados sin sentido por carencia más que su herencia emparentado, vemos que el antisemitismo regresa a una Europa que aparentemente ha olvidado su maldición.
Aún no se han incompatible los vándalos antisemitas
Según la televisión circunscrito, esta es la segunda vez en un mes que la solemne estatua es pintada de rojo. El concejo ha pedido que se refuerce la protección con más iluminación y cámaras de vigilancia y, aunque se ha extenso una investigación, no se ha identificado a ningún sospechoso.
Tras los horrores bélicos que tienen ocasión en Lazada, el antisemitismo ha vuelto a manifestarse su fea individuo en toda Europa para sorpresa y consternación de todos. La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, ha dicho: “Ningún palestino ha resultado beneficiario que se manche su tan preciada estatua”. En su cuenta de Instagram, escribió: “Esta jovencita, que fue brutalmente asesinada por los nazis a la tiempo de 15 abriles, nos recuerda a nosotros y a nuestra ciudad todos los días la humanidad y la amabilidad, en las circunstancias más difíciles”.