El sistema de salud en Colombia, vigente desde 1993, se define como un modelo de competencia gestionada, en el que coexisten el sector público y privado. Aquí hay algunas claves para entender cómo funciona y cómo se compara con otros países de América Latina:
- Financiación: En Colombia, la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES) recauda recursos de impuestos y subsidios. Los ciudadanos con empleo formal contribuyen con impuestos obligatorios de su salario, mientras que el régimen subsidiado está dirigido a personas de bajos ingresos y es financiado por fondos de contribuyentes y del Estado. La cobertura del sistema de salud en Colombia es del 98.46%.
- Gestión: En el sistema de salud colombiano, las Entidades Promotoras de Salud (EPS) juegan un papel crucial. Estas aseguradoras público-privadas compiten entre sí y actúan como intermediarias entre los pacientes y los servicios de salud. El ADRES asigna un monto per cápita a las EPS por cada afiliado, y estas contratan una red de prestadores de servicios médicos, tanto públicos como privados.
- Seguros privados: Aunque el sistema de salud público es dominante, aproximadamente el 8% de la población colombiana paga por un seguro de salud privado. Sin embargo, tener un seguro privado no excluye la afiliación al sistema de salud público, ya que todos los ciudadanos están automáticamente incluidos en el sistema de salud desde su nacimiento.
- Necesidad de reforma: Aunque el sistema de salud colombiano ha logrado una alta cobertura, enfrenta desafíos significativos en términos de acceso, calidad y equidad en la atención médica. Hay críticas hacia las EPS, que han sido acusadas de problemas como demoras en citas médicas y acumulación de deudas con prestadores de servicios.
- Comparación con otros países de América Latina: El sistema de salud colombiano se distingue de otros sistemas en la región por su modelo de competencia gestionada. En países como Chile, Brasil, Costa Rica y México, existen sistemas de salud mixtos que combinan el sector público y privado, pero con diferencias en la estructura y organización. Cada país tiene su propio enfoque para garantizar la atención médica a su población, pero enfrenta desafíos similares en términos de acceso, calidad y equidad.